Impunidad de ayer, hoy y siempre
En febrero de 2021 en su volumen 397, “The Lancet”, la revista médica de mayor prestigio entre la comunidad médica, además de ser la más antigua y conocida en el mundo, publicó un artículo que se titulaba “Peruvian covid-19 vaccine scandal spreads”, que traducido quiere decir “Se extiende escándalo por vacuna contra la covid-19 peruana”. Ojalá lo que se hubiera publicado en la revista fuera motivo de orgullo, pero era todo lo contrario, el artículo nos ponía en vitrina ante el mundo para que vean la podredumbre de nuestro país y cómo nuestras autoridades se aprovechaban de nuestra desgracia.
Este artículo fue escrito por Lucien Chauvin y usaré parte del mismo para contar este triste capítulo. Aquí narraba el escándalo relacionado con el mal uso de las vacunas contra la covid-19 donde varios ministros del gobierno que presidía Francisco Sagasti fueron vacunados en secreto contra el virus. En agosto de 2020, el Gobierno de Perú solicitó a la compañía Sinopharm el suministro de dosis adicionales de su vacuna BBIBP-CorV que iba a ser probada en el país. Sinopharm estuvo de acuerdo. A mediados de febrero 2021, el expresidente Martín Vizcarra aseguró haber participado en el ensayo junto a su esposa y un hermano mayor, pero no era cierto, fue desmentido por los administradores del ensayo quienes confirmaron que fue vacunado, pero no como parte del ensayo.
Fue entonces cuando se descubrió que se habían vacunado otras 500 personas en secreto meses antes de que Perú comenzara su campaña de inoculación, entre ellas la ministra de Salud Pilar Mazzetti, la ministra de Relaciones Exteriores Elizabeth Astete y personal que trabajaba en sus ministerios, junto con quienes se encargaban de las negociaciones de Perú para los ensayos clínicos y acuerdos para adquirir vacunas. Recordemos que el primer lote de Sinopharm llegó recién el 7 de febrero de 2021, y es por eso la indignación que sintieron todos los peruanos que confiaban que esta gente estaba trabajando con la misma premura y necesidad que todos teníamos. Pero al estar vacunados meses antes, ¿qué apuro iban a tener?
En esa fecha teníamos ya 44,877 muertos por covid-19, y éramos el segundo país con más muertos per cápita en América Latina. Pero más indignación causa hoy sabiendo que contamos más de 213,205 muertos y que hemos terminado siendo el país con más muertos por millón en el mundo (6,534.83 muertos por millón de habitantes).
Todas las investigaciones quedaron en nada, demasiados culpables resultan en ningún culpable, otorongo no come otorongo y la impunidad sigue tan campante como siempre, allí quedan vivitos y coleando burlándose de todos nosotros con su sola presencia, refregándonos en la cara la cobardía que tenemos para reclamar por nuestros muertos.
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