Indigna «defensora del pueblo»
¿Cómo es posible que, en medio de una realidad tan esquizofrénica como a la que nos ha conducido ese ágrafo infeliz, comunista, socio de sendero luminoso y vasallo de Cuba y Venezuela, llamado Pedro Castillo Terrones, sigamos con una Defensora del Pueblo llamada Eliana Revollar Añaños, especializada en el “derecho a la igualdad, a la no discriminación, a una vida sin violencia” y, cómo no, “a la buena salud de las mujeres”? Ella ejerce la Defensoría –provisional– tras la renuncia del anterior Defensor.
Y asimismo es coordinadora regional de la “Red de Género de la FIO Federación Iberoamericana de Ombudsman”, que conforman Venezuela, Ecuador, Colombia, Bolivia y Perú. Pregunta: ¿conocerá esta persona que los hombres también tienen “derechos a la igualdad, a la no discriminación, a una vida sin violencia y a la buena salud”? ¿Bajo qué criterios de lógica y de igualdad de género decidió el Estado colocar en manos de una persona sesgada –y cegada– por la ideología de género, como aparentemente sería esta señora o señorita Eliana Revollar Añaños, para que ejerza el cargo de Defensora de los Derechos presuntajente igualitarios de todos los hombres y todas las mujeres de este país?
Hay más. Al margen de encargarle esta organización estatal a una ciudadana cuya formación profesional la inclina al favorecimiento del género femenino (lo precisa asimismo el cargo que ostenta, como representante de una federación latinoamericana especializada en “proteger la igualdad, la no discriminación, la vida sin violencia y la buena salud, exclusivamente, de las mujeres”. En el Perú, la Defensoría del Pueblo ha venido politizando flagrantemente su actividad, en cuanto a su participación dentro de la política. Sus intervenciones hoy no están acotadas lo que dicta su ley orgánica: 1) Defender los derechos fundamentales de la persona y la comunidad; 2) Supervisar el cumplimiento de deberes de la administración estatal; 3) Supervisar una adecuada prestación de los servicios públicos a la ciudadanía.
Por ejemplo frente a la intolerable intromisión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, comportándose como activista del sistema caviar regional la Defensoría del Pueblo del Perú ha conminado al gobierno constitucional, que preside Dina Boluarte, a que cumpla "las 36 recomendaciones" del insultante Informe que ha emitido la CIDH.
Eliana Revollar Añaños, Defensora del Pueblo peruano, califica como “muy positivo” el informe de marras “porque”, según ella, “da cuenta de la ‘investigación (sic)’ y del ‘análisis (sic)’ respecto a lo ocurrido”.
Oiga usted, doctora Revollar Añaños, lo que ha emitido la CIDH es un ataque a mansalva contra el Perú; una afrenta para descalificarlo internacionalmente; una osadía que afecta el prestigio de nuestra nación; y por encima de todo, una patraña más de la izquierda caviar, que sigue desesperada porque hasta hoy el pueblo peruano es el único de la región que ha tenido el coraje para enfrentar al comunismo latinoamericano; al que usted, señora Revollar Añaños, defiende sin dudas ni murmuraciones, y que no cejará en su empeño de incorporarnos a esa “patria grande” idolatrada por los Castro, Chávez, Maduro, Ortega, Petro, Boric, etc.
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