Insistan, congresistas: defiendan al país
La cancha está trazada. ¡Este partido empezó a finales del siglo pasado! El Perú juega contra tagarotes, propietarios de inacabables fortunas que, a través de unos entes que no pagan impuestos ni declaran el multimillonario movimiento de recursos que realizan en cualquier país, financian subrepticiamente a una secta cuasi masónica, conocida como caviares, para que juegue contra el Perú. Mientras acá practicamos el juego limpio, los caviares juegan sucio. ¡En esta disputa no existe tregua! Tampoco puntaje. Va hasta que se rinda alguno de los participantes. Desde luego el perdedor está cantado. Serán los caviares. ¡Perú es demasiado contenedor! ¡Por lo demás, su trayectoria bicentenaria demuestra que nunca se rinde! Los caviares, en cambio, sobreviven de las limosnas que les remesan unos oscuros mecenas extranjeros; magnates que pretenden cambiar el mundo de acuerdo a su imaginación. Nómadas multimillonarios que consideran que, pueblos como el nuestro, no están capacitados para establecer sus propios códigos, promulgar sus propias leyes y, por encima de todo, normar su desempeño aprobando sus propias constituciones.
Hoy esos caviares afinan su puntería contra el Congreso de la República –ágora que representa a los 33 millones de peruanos– para defender a un ente como la Junta Nacional de Justicia, fabricado a la medida de un mandatario golpista, como Martín Vizcarra, protegido por los caviares. ¡En consecuencia rehén de estos! El interés de los caviares por manipular –como ya vienen haciéndolo– a la JNJ es para, desde allí, maniobrar a los jueces y fiscales, abusando de la facultad que tiene asignada ese organismo para nombrar y/o remover a juzgadores y/o fiscales en todo el país. En consecuencia, la omnipotente oligarquía de multimillonarios que insiste en gobernar el orbe a través de sus peones (las oenegés administradas por sujetos que reciben millones de dólares para servir a la causa de las grandes fortunas mundiales), de facto controlará nuestro poder Judicial y nuestra Fiscalía de la Nación. ¡Por tanto, dominará la Justicia peruana! Este es el botín que en estos momentos está en juego, amable lector, trajeado de un “ataque del Congreso” a la manipulable Junta Nacional de Justicia. ¡Falso! No es un ataque, sino el ejercicio del Control Constitucional que ostenta el Congreso para fiscalizar a entes del Estado. Como la JNJ, visto que una de sus integrantes –Inés Tello de Ñecco– continúa en el cargo, próxima a cumplir 79 años, cuando el límite de edad que establece la Constitución es 75.
Pero el poder de los grandes tagarotes económicos del planeta no queda repartido entre los caviares y sus oenegés. ¡Alcanza a la Comisión y Corte Interamericana de Justicia, plazas que subvencionan con millonarios aportes cada año para tenerlas de su lado! Tanto que ambas organizaciones han puesto el grito en el cielo por este asunto. Ahora es el tiempo de resistir con estoicismo. Claudicar en esta pugna ante la prepotencia de un clan de supermillonarios, nos pondrá de rodillas para siempre. ¡Nuestro Congreso debe actuar sólo en defensa del interés de los peruanos!
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.