JNJ, punta de lanza del lawfare
Da la impresión que la pose de la Junta Nacional de Justicia, ante nuestro sistema Judicial -basado en la Constitución y el Estado de Derecho-, responde a una táctica de la izquierda internacional para introducir en el Perú este peligroso mecanismo de manipulación, de nombre anglosajón “Warfare”; donde War en español significa guerra, y Fare desempeño. En conjunto equivale a “Guerra Persecutoria”, aplicada como campaña contra un país o un grupo. Además Warfare, según la RAE, quiere decir “persecución judicial, instrumentalización de la Justicia y/o judicialización de la política”), a lo que habría que agregar la terminología “politización de la Justicia”.
Lawfare es una herramienta elaborada por la izquierda mundial con el propósito de acabar con la Justicia tradicional, establecida por códigos: civil, penal, tributario, etc. Pero también, es un mecanismo para acabar con la independencia de criterio de los jueces y violentar el Estado de Derecho. ¡En el Lawfare manda aquella manada de politicastros instalada en centros neurálgicos del poder! Como la Junta Nacional de Justicia JNJ, apparatchick inventado por los progre para controlar a jueces y fiscales y, a través de aquello, a todo el establecimiento político que dirige el Estado. La JNJ nombra, ratifica, suspende y/o expulsa a jueces y fiscales -inclusive supremos-; a autoridades de control del Ministerio Público y el Poder Judicial; y a los jefes de la ONPE y Reniec. Hablamos de siete todopoderosas personas que integran la junta directiva de ese órgano, con brutal poder para manipular nada menos que la Justicia e, incluso, los procesos electorales. El problema estriba en que, corporativamente, los actuales dirigentes de la JNJ violaron la mismísima Constitución interpretándola por su propia cuenta. ¡Función que es patrimonio exclusivo y excluyente del Tribunal Constitucional TC! Por si fuera insuficiente, argumentan, además, que el Congreso no debe ni puede fiscalizar a la JNJ. Vale decir, son una verdadera amenaza pública para la estabilidad jurídica -y política- de este país, en su presunta condición como órgano ajeno al control constitucional. ¡Aunque, ellos sí “fiscalizan” -interpretándose como controlan y manipulan- nada menos que a jueces, fiscales y/o autoridades electorales.
Este tipo de instituciones públicas, forjadas por nefastos sujetos mesiánicos como el inefable Martín Vizcarra, son punto de partida del Lawfare. Recordemos. Vizcarra es investigado por el Ministerio Pública, camino a rendir cuentas por delitos de corrupción ante un juez. ¡Pero el Jurado Nacional de Elecciones -sujeto al control de la JNJ- le ha validado como candidato presidencial! ¿Será porque, de no hacerlo, la JNJ cesaría a sus autoridades por violar de normas electorales durante los comicios de 2021? Actitudes como esas se prestan a ser parte de la estrategia de la izquierda para institucionalizar el Lawfare en el Perú.
Si el Congreso, como primer poder del Estado, no se pone firme sancionando como corresponde a los integrantes de la JNJ -en vez de estar demostrando una debilidad vergonzante- la semana entrante rubricará la partida de nacimiento del Lawfare en el Perú, a través de esa manipuladora Junta Nacional de Justicia.
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