ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

La corrupción como doctrina

Imagen
Fecha Publicación: 09/07/2023 - 23:00
Escucha esta nota

Mientras no cambien moralmente las dirigencias políticas, judiciales, sociales, económicas, académicas y trabajadoras del país, seguiremos hundiéndonos en este pantano llamado corrupción. Por donde uno mire siguen saltando escándalos que creíamos superados, pero cuyas secuelas siguen repitiéndose delante nuestro.

¡En este mismo momento y sin que nadie sospeche dónde, quién y cómo es posible que sigamos soportándolo, considerando la supuesta alerta general del Estado para combatir esta lacra y evitar que impunemente continúe ocurriendo en las narices de la sociedad! La respuesta es fácil. Porque la corrupción está en todas partes.

Desde la cúpula del propio Estado -recuerden que tenemos a cinco jefes de Estado imputados por corrupción, pasando por todo un rosario de estratos podridos que subsisten en nuestra frondosa burocracia, que no hace nada por liquidar un foco importante de destrucción político/social, como es la mega informalidad que impera en todos los sectores del país.

Factor importante de este drama socioeconómico-político es la hipocresía que anida en las cúpulas directivas del Estado y el sector privado que, reconociendo este drama nacional, su conducta viciosa no les permite enmendar rumbos. Más bien se abocan a buscar vericuetos, artimañas, subterfugios y trampas para continuar esquivando el supuesto largo brazo de la Justicia, aparentemente inexistente en este país.

Pero ¿por qué hemos llegado a esta coyuntura aparentemente insalvable? Una primera explicación pudiera facilitar el enjundioso número de ayer del excepcional Suplemento Político Contra Poder que publica EXPRESO todos los domingos. En su edición de ayer, aparece un interesante abanico de entrevistas a destacados personajes de la política peruana.

Sin ignorar a la gran mayoría de ellas -porque sería imposible analizarlas en esta columna- salta un comentario del destacado analista político y director de “El Montonero”, Víctor Andrés Ponce, que condensa una buena interpretación del por qué nuestro país ha caído al pozo séptico en el que se encuentra. Las ideas que explica Ponce coinciden, además, en líneas generales con las razones que machaconamente aduce este escriba como la causa del deterioro moral de nuestra sociedad.

Estamos refiriéndonos a la preponderancia que, desde comienzos del presente milenio, ha adquirido aquello que puede llamársele “cultura caviar”. El entrevistador pregunta a Victor Andrés Ponce: ¿Por qué prefieres utilizar el termino ‘progresista’ en vez de la palabra caviar? ¿Para el caso peruano, no son lo mismo? La respuesta de Ponce es determinante.

‘Hablar de caviar es reducir el término de la amenaza ideológica que enfrenta Occidente, la libertad, América Latina... El progresismo ha reventado a Occidente por dentro… El progresismo se convierte en un movimiento que organiza el nuevo totalitarismo posmoderno... El progresismo pregona la libertad absoluta tal como los comunistas pregonaban el paraíso terrenal del comunismo, emerge una nueva teoría totalitaria sin necesidad de citar a Marx.”

El comunismo, amable lector, es el inventor de la corrupción institucionalizada al interior de los estados. Acaba de confirmarlo el golpista/corrupto Pedro Castillo, cuya misión fue instituir el comunismo como regla de vida en el Perú, para lo cual no pestañeó en institucionalizar -previamente, en su persona- la corrupción como doctrina.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.