La OEA: ciega, muda, sorda
La OEA no hizo nada por salvar a Venezuela de la cleptocracia chavista. Como tampoco movió un dedo por evitar el hundimiento de Nicaragua en el marxismo sudaca del tirano Daniel Ortega. Igual ocurrió con Bolivia, donde el extremismo izquierdista, liderado por Evo Morales, se ha apropiado de este vecino país con el visto bueno de este organismo panamericano. En ninguno de estos casos, la OEA defendió la democracia ni el Estado de Derecho que practicaban aquellos países latinoamericanos. Al final del día, la OEA es apenas una entelequia que se dedica a fingir de defensora de la Democracia en toda la zona, mientras los representantes de los países que integran el continente se pasan la mejor vida percibiendo sueldos dolarizados de muchas cifras. Pero hay más. Su frondosa, inútil y acomodaticia burocracia –presidida por un secretario general, como hoy sucede con el cuestionado Luis Almagro- apenas se aboca a abrigar el statu quo para continuar percibiendo elevadísimas remuneraciones, que sufragan los sacrificados países miembros.
¡No se necesita ser zahorí para entender que Pedro Castillo Terrones, todavía presidente del Perú, es una persona intrínsecamente incapacitada para dirigir un Estado! Más aún, tampoco se requiere ser demasiado perspicaz para saber las intenciones de este sindicalista elemental, secretario general de una facción extremista del magisterio (movadef), dependiente de la organización terrorista sendero luminoso liderada por un genocida: abimael guzmán. Por si aún fuese poco, tampoco hace falta un alto cociente intelectual para comprender que el todavía presidente del Perú Pedro Castillo está denunciado por la Fiscalía de la Nación por presuntamente dirigir una organización criminal dedicada a saquear el Estado, integrada entre otros por su esposa, su hija putativa, sus hermanos, sus cuñados, su ex secretario general de palacio de gobierno, por ex ministros, etc. Por tanto aquellos representantes de la OEA que hoy sesionan en Lima -y aquellos que esperan ser informados por estos, como si todavía no supiesen fehacientemente lo que ocurre en nuestra nación- son conscientes que Castillo Terrones es una figura que representa a la izquierda más totalitaria, afín a esos ghettos comunistas (al modo latinoamericano) integrados por Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua. Países de esta región donde sus ciudadanos padecen una violenta, permanente persecución política del tirano a cargo de sus gobiernos, y donde campea la miseria, el caos y, fundamentalmente, sus pueblos sufren la privación de todas las libertades individuales y colectivas así como de todos los derechos –empezando por los humanos- que pregona la Carta Democrática de la OEA.
Perú no merece esta mofa -montada por cortesía de la OEA- so pretexto de sacarle las castañas del fuego a Pedro Castillo, corrupto prosélito del chavismo que anhela acabar con nuestra democracia y Estado de Derecho, amenazando cerrar el Congreso –único hito de nuestra democracia- si este poder del Estado no trasgrede la Carta Magna modificando una ley constitucional para permitirle a Castillo “llamar a una asamblea constituyente” –como ocurrió en Venezuela, Nicaragua, Bolivia, etc.- y así este tiranuelo se apropie del poder total e imponga su reelección indefinida.
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