La pesca en su momento más álgido
En 1973 las exportaciones peruanas sumaron US$ 1,112 millones, de cuyo total el 12% fueron de productos pesqueros tradicionales. Ese porcentaje se redujo a 4% en el 2022, año en el que mientras los despachos totales ascendieron a poco más de US$ 63 mil 193 millones, los de pesca primaria cerraron con US$ 2 mil 381 millones.
Las cifras a agosto muestran una tendencia negativa, con un retroceso de -51%, lo que hace indicar que este 2023 será muy malo para este sector (pesca tradicional) que el año pasado ayudó a generar 88 mil 664 puestos de trabajo.
Perú vivió un boom de la industria de harina de pescado entre 1950 y 1970 –periodo de los máximos desembarques anuales–, pero también colapsó en dos ocasiones. La primera fue en 1972 (por una sobrepesca) y la segunda en los años 80, a raíz del fenómeno de El Niño.
De acuerdo a nuestro Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales CIEN-ADEX, las perspectivas de la exportación de la pesca primaria son pésimas, estimando una caída de -18% este año, situación que podría empeorar si es que se dilata el inicio de la segunda temporada de pesca de anchoveta.
Es importante recordar que a consecuencia de El Niño el Gobierno no autorizó la primera temporada de pesca de ese recurso en la zona centro norte del país, pero ahora se estarían dando las condiciones que permitirían adelantar la segunda, lo cual ciertamente ayudará a que el 2023 no termine tan mal.
Un análisis de Macroconsult, por encargo de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), señaló que la decisión de no poner en marcha la primera temporada de pesca de anchoveta, le restó 0.8% al PBI trimestral; y también que no empezar la segunda tendría un alto costo, no solo en las cifras macro, sino, igual de importante, en los ingresos de miles de trabajadores quienes se verían arrastrados hacia la pobreza.
Se trata sin duda de una decisión importante que esperamos se tome a la brevedad posible, pues según el calendario regular, las mediciones realizadas por el Instituto del Mar del Perú (Imarpe), sobre la situación de la anchoveta en la zona norte-centro, acabarían mañana 15 de octubre, luego de lo cual transmitiría los resultados al Ministerio de la Producción, cuyos técnicos declararían el inicio de la segunda temporada hacia la primera mitad de noviembre, perdiéndose así semanas cruciales.
En este punto, se debe considerar que la pesca primaria no solo enfrenta las consecuencias de las condiciones climatológicas y oceanográficas, sino, que también tiene una agenda pendiente que debería ser abordada sin más demora.
Algunos puntos son: implementar una política de erradicación de la pesca ilegal, promover una adecuada fiscalización, formalizar la actividad pesquera artesanal e integrar a los pescadores artesanales a la cadena productiva mediante la asociatividad, y desarrollar y modernizar la infraestructura de los desembarcaderos.
Como se podrá entender, mitigar la crisis que experimenta este sector y apuntalar su reactivación, está en las manos de muchos actores. Empecemos con el adelanto de la segunda temporada de pesca de anchoveta y avancemos en los puntos arriba mencionados. La pesca tradicional es un importante motor de la economía, no lo apaguemos.
Por Julio Pérez Alván
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