¡La rebelión de los caviares!

Ayer, a primerísima hora detonó un bomba de ene megatones en la Fiscalía de la Nación. Por disposición de la fiscal Marita Barreto, el Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder –y asimismo la División de Investigación de delitos de Alta Complejidad (Diviac) de la Policía Nacional– allanaron viviendas y oficinas de los asesores –incluso el despacho– de la Fiscal de la Nación Patricia Benavides. También se conoció que, horas antes, Patricia Benavides le habría comunicado su destitución a la fiscal Marita Barreto. Según trascendidos, en dicha trama estarían involucrados el principal asesor de la Fiscal de la Nación, Villanueva Barreto; y otros como Miguel Ángel Girao y Abel Hurtado Espinoza. A partir de allí fueron desatándose sucesivas versiones, cada cual más alarmista. También cabe recordar que, la semana pasada, la todavía Fiscal de la Nación Patricia Benavides designó a la fiscal Marita Barreto Rivera coordinadora del Equipo Especial contra la Corrupción, en reemplazo del actualmente suspendido fiscal Rafael Vela Barba.

¡Para complicar más las cosas, la Fiscal de la Nación Benavides investiga a Pedro Castillo! Vale decir, un juego de tronos en el cual nadie sabe para quién trabaja. Tras hacerse cargo del Equipo Especial contra la Corrupción, la fiscal Barreto R. declaró que su objetivo sería “hacerle frente –y de manera radical– a la lucha contra la corrupción de funcionarios públicos, tanto de nivel alto como de medios. Lo que yo sí puedo garantizar es que la corrupción en el poder nunca más. ¡Nunca más!”, insinuando la presencia de situaciones complejas vinculadas a la propia Fiscalía. La experiencia enseña que, al existir dispersión de investigaciones, éstas podrían estar sujetas a contradicciones y/o dilaciones innecesarias, más aún estando ahora denunciada la Fiscal de la Nación, quien tuvo el coraje de denunciar y ordenar la captura del ex mandatario Castillo. Cuya investigación, repetimos, continúa a cargo de la actual Fiscal de la Nación. Obviamente hablamos de un contragolpe de parte de los caviares, que fueron expulsados del Ministerio Público tras la removida de su representante, la ex Fiscal de la Nación Zoraida Ávalos. Y hoy huelen peligrar su control del Vaticano: esa prevaricadora y todopoderosa Junta Nacional de Justicia que pone y saca a jueces y fiscales. Desde muy temprano, ayer desfilaban por RPP y canales 2, 4, 5, 8 y 9 los popes caviares Ugaz y dos exsúbditos suyos en la Fiscalía, preparando el velorio de la Fiscal de la Nación Patricia Benavides. La guerra por controlar la Justicia está declarada. El ciudadano pagará el precio del intoxicante copamiento de este espacio fundamental por los caviares quienes, sin ser elegidos por el pueblo, gobiernan clandestinamente el Perú con aquellos impresentables resultados socioeconómicos, políticos y éticos que usted comprueba diariamente, amable lector.
Por la tarde, la Fiscal de la Nación Benavides enviaba una bomba de racimo a la presidencia del Congreso, denunciando constitucionalmente a la presidente Dina Boluarte, al premier Otárola y tres miembros de Ejecutivo por homicidio calificado.

¡Habemus guerra!

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