Las heridas emocionales son para toda la vida
Las emociones gratas e ingratas marcan la vida de las personas, desde su nacimiento hasta que dejamos este mundo terreno, porque constituyen experiencias vividas que se internalizan en el subconsciente y aparecen cuando encontramos estímulos que activan nuestros recuerdos; y hay que estar preparados para saberlos canalizar en las buenas como en las malas, dependiendo como emocionalmente estás formado a través de una personalidad fuerte o débil, que permite mirar y ver la vida de diferentes perspectivas, como a continuación graficamos con diferentes experiencias.
Una persona joven de cincuenta años, le gustaba la velocidad en moto, impactó con otro motociclista que se desplazaba en sentido contrario, la neblina no ayudó mucho, uno falleció en la escena del hecho y el otro perdió un brazo, parte de la clavícula y se le ha colocado una prótesis y ejercicios de rehabilitación, se encuentra en un proceso de adaptación a su nueva vida, él es un ingeniero de sistema, que se encargaba de la seguridad de un establecimiento penal, en el extranjero, casado, padre de familia, batallando con los sentimientos de culpa por el deceso del otro conductor y la lucha por la supervivencia emocional y física, frente a su nueva vida. No es un camino fácil, se necesita tiempo, paciencia, apoyo psicológico y mucho amor de la familia y del personal de salud que lo está rehabilitando. Pero él se mira al espejo y se compara cómo era antes y cómo está ahora, le invade una serie de sentimientos encontrados que necesariamente hay que trabajarlos, porque su vida no es la de antes sino de una persona limitada, que con un buen entrenamiento va a poder manejar las cosas. Saber aceptarse, resignarse, que no significa entregarse al abandono sino vivir la realidad actual, buscando diferentes alternativas de sentirse útil para con él mismo y los demás.
Lo importante es que su cerebro no está dañado, a pesar de haber tenido diferentes intervenciones quirúrgicas, el lenguaje, pensamiento, memoria, percepción no están afectadas, posee un buen coeficiente intelectual y eso dice mucho, para poder trabajar sus habilidades que quizás estaban dormidas y su necesidad de sentirse útil se estimulan otras áreas. Recuerdo un surfista a quien le amputaron las dos piernas, sin embargo, dijo, lo que antes realizaba con las piernas, ahora he activado mi cerebro y recibo muchas compensaciones, satisfacciones, que no pensaba lograrlas, continúa haciendo deporte utilizando las manos, dictando clases teóricas sobre el surf, escribiendo sobre la naturaleza, dando consejos a las personas que se encuentran en la misma situación, explicándoles que la vida no se acaba por una limitación física, que los seres humanos poseemos otras herramientas que nos hacen indispensables en la vida, que es la experiencia, que estamos en la capacidad de transmitirla a otras personas, no necesariamente que tengan una limitación. La mente humana y las emociones son inconmensurables, solamente la percibes por las acciones y resultados.
Los seres humanos no estamos libres de experimentar heridas emocionales imborrables, siempre van a estar allí, latentes, el deceso de un ser querido, el fin de una relación amorosa, los hijos que se van lejos, que no los vuelves a ver o no te buscan ni llaman por teléfono, la pérdida del patrimonio o quieren internarte en un asilo; no obstante, diste tanto amor a la familia, ahora estorbas, la infidelidad de la pareja, la traición de los hijos, ahora no eres importante para ellos, los hermanos que no eres importante, pero sí tienes dinero y poder están sobándote para obtener algo. Es importante que el ser humano esté preparado emocionalmente.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.