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Los Niños y los Avengers

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Fecha Publicación: 17/11/2022 - 00:00
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Por más lampiños que sean los “niños congresistas”, deberán poner sus sucias barbas en remojo tras el contundente fallo de la Corte Superior en el caso Kenji Fujimori Higushi. Es tiempo que los legisladores entiendan que no hay crimen perfecto y que, por lo general, aunque no sea necesariamente pronto, tarde o temprano les alcanzará el largo brazo de la Justicia.

El hijo menor -además, engreído- de Alberto Fujimori jugó mal sus cartas, ciego por el cariño a su padre quien, implícitamente condenado a cadena perpetua, aguarda la muerte en un penal. Obseso por liberarlo, Kenji optó por dinamitar el partido que lidera su hermana Keiko. Una maquinaria política que, como nunca antes en los registros, logró colocar a 72 representantes como congresistas de la República. Pese a ello, Keiko Fujimori fue incapaz de llevar con sagacidad el Parlamento. Lo hizo en franca pendencia con el Ejecutivo, a cargo de Pedro Pablo Kuczynski. A este le culpó de “robarle” la presidencia en connivencia con el Jurado Electoral. Como consecuencia, su antagonismo se convirtió en muro infranqueable impidiendo cualquier conducta concertadora a nivel gobierno, al interior de la eternamente dividida centroderecha peruana. Aunque, a juicio de este escriba, siendo PPK un político mayor, baqueano en lides políticas -y/o de toda naturaleza- Kuczynski debió tomar la iniciativa para afirmar aquella amplia y estratégica victoria de la corriente ideológica que representaban tanto él como Keiko. ¡Pero PPK privilegiaría su ego! En lugar de priorizar los intereses nacionales y gobernar con inteligencia -en beneficio de las mayorías- se abocó a ensamblar su defensa legal. Evidentemente, su interés manifiesto era salvar los muebles, frente al monumental incendio que estallara sólo meses antes de asumir la presidencia del país, cuando EEUU promovió un proceso judicial -que culminaría en diciembre de ese año- imponiéndole a Odebrecht una multa por US$2,600 millones, como pena por el pago de los multimillonarios sobornos.

En plena pendencia entre hermanos, Kenji flirteaba con PPK fascinado porque, cual serpiente bíblica del paraíso, éste le prometió indultar a su padre. Aquello propició la aparición del grupo los “avengers” adentro de la bancada fujimorista, forjado por Kenji para respaldar a PPK. ¡Consecuentemente, contrario a Keiko! Esto pudo haber pasado como simple escisión familiar. ¡Pero Kenji cayó en la trampa! Kuczynski le supeditó el indulto a su padre al voto incondicional de los “avengers” para constituir una mayoría férrea en el Congreso. Además, vía sus áulicos PPK ofreció a Kenji compartir obras y otros beneficios estatales entre los “avengers” y los parlamentarios oficialistas, a cambio de que votasen contra su vacancia, iniciativa que promovía muy intensamente Fuerza Popular, partido liderado por Keiko Fujimori impulsada por un sinnúmero de evidencias respecto a los vínculos de Kuczynski con la corrompedora Odebrecht.

Conclusión. Kuczynski inauguró, antes que Pedro Castillo, esa depravación de comprar votos de congresistas (los “avengers”), a cambio de concederles obras repletas de corrupción. Los “avengers” ya han sido condenados a cuatro años y medio de cárcel. ¡Esto mismo –y probablemente peor- les ocurrirá a los “niños” corruptos de Castillo!

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