Mujeres peruanas desaparecidas
Según datos proporcionados por Amnistía Internacional Perú, más de 31 mil mujeres fueron reportadas como desaparecidas, entre enero de 2021 y agosto de 2023. Lo alarmante es que la mayoría de ellas son niñas y adolescentes.
Llama la atención que, el año 2021, cerca a 13 mil mujeres fueron reportadas como desaparecidas en el Perú, cifra que representa el 64% de todas las personas desaparecidas ese año. De ellas se estima que el 61% son niñas y adolescentes de entre 12 y 17 años.
Es importante visibilizar esta tragedia colectiva cada vez más apremiante que no termina de sensibilizar al Estado peruano, sus autoridades, su sociedad política y su población en general. ¿Será necesario que un familiar nuestro haya sido víctima de este flagelo para entender la problemática en su real dimensión?
Habrá que ponerse en el lugar de aquella madre cuya hija salió de su casa rumbo al colegio, a la universidad y nunca más retornó a su casa. No debe haber dolor más profundo para una persona al no saber dónde está su hija, su hermana o su madre, algo tuvo que haber acontecido.
Es pertinente reflexionar en sentido de que, la desaparición de niñas y mujeres las pone en situaciones de grave riesgo, porque la persona está expuesta a una peligrosa situación de indefensión absoluta, porque si estuviera detenida en una celda policial, por lo menos sabemos dónde está y que se encuentra viva. En el caso de las desapariciones la víctima está expuesta a potenciales delitos como el feminicidio, la trata con fines de explotación sexual y la violencia sexual.
Considero oportuno relievar la información proporcionada por la Defensoría del Pueblo, en sentido de que el 13% de los casos de feminicidio registrados en 2021 en el Perú, se inició con una denuncia por desaparición, ello nos lleva a deducir que la desaparición de mujeres hoy se constituye como una forma de violencia de género.
El flagelo de la desaparición forzada tiene muchas connotaciones y causas, pueden ser de orden político, económico, con fines de esclavitud sexual, también en el caso de menores para someter a la niñez a sistemas de prostitución infantil, pornografía infantil, tráfico de órganos, tomando en cuenta que, por el accionar de las mafias poderosas involucradas en este vil negocio, las principales partes del organismo humano, especialmente de menores, se cotiza por encima de los 100 mil euros. Es más, no debemos olvidar que, en el caso del tráfico con fines sexuales, las mujeres vírgenes, generalmente niñas o adolescentes, tienen mayor costo para el cliente, motivo por el que estas organizaciones criminales actúan con mayor diligencia para secuestrar a sus víctimas.
Entendiendo que este tipo de actos inhumanos se constituyen en crímenes de lesa humanidad, es necesario generar una sensibilidad colectiva donde tanto el Estado como la población, hagamos causa común que nos permita luchar con resultados efectivos contra estas mafias criminales en defensa de potenciales víctimas. Por ello me parece oportuna la preocupación expuesta por el mencionado organismo internacional y sus demandas a las autoridades peruanas, en sentido de: Crear un sistema institucional de búsqueda especializado para mujeres desaparecidas, que promueva información adecuada para dar seguimiento a los casos de violencia de género, mayor efectividad de la PNP y las empresas de comunicaciones para activar de manera inmediata la ubicación y paradero de las víctimas y victimarios. Es importante que el Registro Nacional de Personas Desaparecidas cuente con una información estadística amplia y necesaria para tener un perfil más completo de las víctimas.
La dimensión del problema no nos permite observar con indiferencia, ante el incremento exponencial de víctimas de este flagelo. Estamos conminados a hacer causa común para proteger a nuestra gente del accionar inhumano de estas mafias.
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