Orden, verdad y desarrollo
¿Qué somos? ¿Qué queremos ? ¿Hacia dónde caminamos?
Los peruanos somos un pueblo forjado en la lucha constante por alcanzar nuestros más importantes anhelos, somos laboriosos, pujantes y no nos amilanamos al trabajo arduo y sin descanso, hemos aprendido la importancia y necesidad de ser solidarios, emprendedores, pero también hemos sentido la carencia de liderazgos, necesitamos con urgencia buenos líderes a quienes seguir, que nos guíen, que tomen la batuta en defensa de nuestros reclamos y derechos. Lo vemos a diario dentro y fuera de casa, mercado, banco, fútbol, colegio, universidad, etc. Como parte de esta orfandad nos hemos camuflado en algunas debilidades sociales desalentadoras de frustraciones, complejos, resentimientos, falta de perdón que debemos superar para lograr el crecimiento personal, familiar y como país.
Sin embargo vivimos tiempos de enfrentamientos, confusión y turbulencia, con polarizaciones sociales y políticas profundas, se ha consolidado ese achoramiento e intolerancia como la que soportamos en las últimas elecciones donde rigió el adagio popular “quítate que te tumbo” y lamentablemente dio en el clavo.
Estamos atrapados en un peligroso péndulo político, de derecha a extrema derechas o de izquierdas para terminar en izquierdas extremas, lo que origina un contexto de permanentes colisiones y enfrentamientos.
Lo que hemos podido comprobar es que estamos dentro de este fango provocado deliberadamente por los enemigos del Perú, venimos soportando su manipulación grosera e indigna, utilizando la pobreza del Perú para incitar al odio, manosean las frustraciones del pueblo peruano para consolidar sus intereses y voracidad por el poder y sus privilegios, acostumbrados a tirar la piedra y a esconder la mano, capitalizan la adversidad peruana para disfrutar una vida cínica y llena de lujos y privilegios; esto tiene que terminar, tú ya los conoces, ya están desenmascarados, son los comechados, conocidos como caviares.
Por todo lo señalado, no retrasemos más nuestro despegue, queremos un país con mejor futuro. Urge, poner orden sin atropellos ni vulneraciones, mano firme y segura, hablemos con verdad, aunque esta resulte incómoda, sinceremos nuestra realidad nacional, tenemos que aplicar la fórmula adecuada para lograr una verdadera higiene del Estado, “confianza, respeto y moral nacional”, aprender a valorar nuestro legado ancestral, restaurar el principio de autoridad con justicia social y comprometer a cada peruano a convertirse en un agente de cambio para lograr el desarrollo y la paz nacional.
Es un gran desafío, debemos generar una motivación profunda de identidad y amor por la patria, que logre la conexión, el impacto y la tan ansiada unidad en costa, sierra y selva. Es verdad, no representa una labor sencilla, sólo el talento, fortaleza y honestidad de los buenos peruanos trabajando en equipo hará realidad nuestro cometido.
Detengo mi escritura y reflexiono: ¿hacia dónde caminamos? La vida y ese camino a recorrer, vienen a mi memoria pensamientos recordando a Antonio Machado y digo: ¿hay camino? ¡Claro que sí ! Vamos haciendo camino al andar, en la medida que caminemos hacia lo que deseamos lograr, aunque tengamos que encarar un andar complicado, peliagudo, escabroso, debemos perseverar, llegará a nosotros el bálsamo del peruano triunfador, “se valora lo que te cuesta”, no debemos perder la esencia de nuestra lucha indesmayable, aprender de nuestros éxitos y fracasos, ser recipientes adaptándonos ante cualquier contingencia que se presente, siempre firmes y valientes, depende realmente de ti decidir, seamos parte de la construcción de un Perú mejor, con una sociedad justa, con orden, verdad, seguridad, respeto para lograr el éxito y alcanzar el desarrollo que todos los peruanos deseamos
He dicho.
Por Liliana Humala de la Oliva
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