Otra tontería de Boluarte
La presidente Dina Boluarte ha pedido “no encausar judicialmente” –tal como corresponde por ley– a dos mujeres que la emprendieron a golpes –y jalones de pelo– contra ella cuando asistía a una ceremonia por el inicio de una obra de asfaltado de carretera en Ayacucho. La agresión ocurrió mientras Boluarte, rodeada de inútiles policías y uno que otro ministro tonto, cándidamente lanzaba al aire caramelitos, segurísima de que esa tontería atraería las simpatías del piquete de efervescentes mujeres que le espetaban “Dina asesina”, grito de guerra de la izquierda instituido contra Boluarte, desde la muerte de muchos hombres y mujeres en violentísimas protestas desatadas por los rojos, a inicios del año pasado, decididos a derrocar el flamante gobierno que ella presidía. Esta vez, el grupo de alteradas féminas quebró el cordón de seguridad (de rutina) que, sin la menor malicia ni intuición profesional, había establecido el piquete de policías enviado por el ministerio del Interior para “proteger” a quien representa a la nación. Según el informe policial, las mujeres se identificaron como “familiares de los muertos durante los violentos levantamientos entre diciembre de 2022 e inicio de enero 2023”. Al respecto, el primer ministro Otárola dijo: “Este lamentable hecho puso en peligro la integridad de la jefe del Estado y esto –remarcó– es gravísimo.”
Según el ex Comandante General de la PNP General Jorge Angulo, durante la visita de la presidenta Dina Boluarte a Ayacucho “hubo más de 200 efectivos policiales desplegados. Pero el anillo de seguridad, el más cercano a la presidenta, está bajo la responsabilidad de la Casa Militar (…) debimos haber visto una investigación para determinar las responsabilidades y las fallas que se cometieron. La responsabilidad (de lo ocurrido) es del jefe de la Casa Militar, general Miguel Kuan Garay”. No obstante, hasta el momento, no existe pronunciamiento alguno sobre responsabilidades, pese a que el primer ministro Otárola calificó este hecho de “gravísimo”. Pero todavía hay mas. La presidenta Boluarte ha caído nuevamente en esa demagogia barata a la que nos tiene acostumbrados, y a la cual sólo apelan los neófitos y tontos, perdonando a sus agresores. No solo esto, sino que Boluarte habría intervenido ante el Ministerio Público para que NO presente denuncia sobre un hecho tan grave, como está calificado por las leyes vigentes.
Ejemplo claro de tamaña estupidez fue lo que le ocurrió al entonces parlamentario acciopopulista Ricardo Burga, gravemente agredido por un arrebatado mequetrefe llamado Carlos Ezeta, del “partido morado” (los caviares), quien le partió la nariz de un solemne puñetazo. La Fiscalía pidió que Ezeta fuese encarcelado de seis a doce meses, imputado por graves lesiones. Pero Burga retiró la demanda, y el agresor se burló de la Justicia. Hace pocos días, demasiado tarde, el excongresista Ricardo Burga le advertía a la presidente Dina Boluarte que “no siga mi mal consejo” porque recién, tras retirar su denuncia contra el iracundo Ezeta, entendió las consecuencias de su tontería. Lamentablemente, Boluarte ha persistido, perdonando a su agresor. Pronto entenderá lo contraindicado de su patética decisión.
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