Perú a la deriva

No hay duda que el Perú está al garete, porque el gobierno a cargo de Castillo no tiene la menor idea de como se gestiona un Estado. Pero sí hasta aquí es, de por sí, patético y catastrófico que el país se encuentre en semejante etapa de abandono, por omisión de sus supuestas autoridades del poder Ejecutivo, lo que resulta insultante, delictivo, punible e imperdonable es que el gobierno se encuentra abocado, en exclusividad, a robarle al Estado, a través de lo que la Fiscalía de la Nación califica como una organización criminal, presumiblemente bajo la dirección del aún presidente Pedro Castillo en compañía de su esposa, hija putativa, hermanos, sobrinos, ministros, secretarios de la presidencia, etc. Hoy no se necesita ser demasiado inteligente para comprender esta ecuación, tan fácil de resolver hasta para un estudiante de primaria. Pero, amable lector, la infame Educación que brinda el Estado peruano a sus niños y jóvenes tiene gran culpabilidad en que gran parte de nuestra población –representada por los congresistas- sea tan incapaz de no entender la feroz realidad por la cual hoy atraviesa la patria. Hecho reflejado en la imposibilidad de sumar los votos que necesita el Pleno del poder Legislativo para vacar de una vez por todas al gran culpable de la mega crisis socioeconómica-política que embarga al Perú. Tanto en su carácter de jefe de Estado como de profesor de primaria, Castillo carece de la más ínfima capacidad como maestro para siquiera alfabetizar a niños de primaria, además de ser huérfano de las más elementales aptitudes para poder administrar la nación. Por más que el falsario secretario de la OEA Almagro se atreviese a sostener, públicamente, durante la reciente visita que hace un mes realizó al Perú, que “el presidente del Perú, profesor Pedro Castillo Terrones, es un hombre brillante, con amplios conocimientos para el manejo del país; en particular, destacando en lo que respecta al campo de la agricultura”. Cuando a lo largo de los casi dieciséis meses que Castillo lleva en el gobierno su régimen ha sido incapaz, siquiera, de importar la urea necesaria para iniciar la siembra de productos de panllevar. Por un sólo motivo; las cuatro licitaciones que llevó a cabo fueron anuladas por estar preñadas de corrupción.

Castillo y su gobierno se han abocado a robarle al Estado (la sociedad). De ello no cabe duda alguna. Los alrededor de 200 argumentos contenidos en la sólida denuncia presentada al Congreso por la Fiscalía de la Nación, respaldan con creces esta acusación. Ejemplo claro es lo que ocurre en el sector Transportes, donde la mayoría de sus cinco ministros han estado envueltos en gravísimos actos de corrupción. Tan ocupados están estos galifardos que han desatendido el ministerio, repletándolo de gentuza incapaz, venal y servil al amo de turno. Como ocurre en Corpac, entidad estatal presutnatemnte culpable del accidente aéreo ocurrido el sábado en el aeropuerto limeño Jorge Chávez, por permitir un simulacro de incendio sin coordinar debidamente conforme a los reglamentos internacionales, colocando al Perú como el hazmerreir del planeta.

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