Psicodrama

El inventor del psicodrama Jacob Levy Moreno, nació el año 1892, en Bucarest, desde la infancia sus gustos y aptitudes lo conducen hacia el teatro, descubriendo rápidamente que el teatro improvisado era terapéutico.

Es un método terapéutico que utiliza el juego dramático improvisado como medio de investigación psicológica y de liberación de los complejos, desarrolla la espontaneidad en las relaciones sociales. Siendo el momento principal del psicodrama cuando la persona empieza a revivir sus conflictos. El psicodrama también se emplea para el diagnóstico de conflictos en diferentes grupos y para la selección profesional. De este modo constituye un medio de formación y de perfeccionamiento para quienes deben vivir en contacto con el público.

La catarsis y la espontaneidad es la clave del psicodrama, siendo que el mismo protocolo de una sesión de psicodrama hace esta intensidad inevitable. El protagonista es el ego primario, el héroe de la acción. Se le pide al propio paciente, reunido con varios y dirigidos por el propio psicoterapeuta, revivir aquellas experiencias que le producen ansiedad, angustia, pánico, obsesiones, que no le permiten adaptarse a sí mismo y al medio social que interactúa; y el terapeuta comienza a preguntar con la finalidad de que tome conciencia de sus preocupaciones existenciales, participando los demás pacientes expresando sus opiniones, que sirven al paciente que está dramatizando sus conflictos como soporte emocional. Asimismo, si el conflicto irresuelto es con el padre o madre, hermanos u otras personas que se relacionan con el paciente, el terapeuta puede designar a otro participante para que represente a la persona que le causa conflicto al paciente que está dramatizando su conflicto y que ayude a su espontaneidad y catarsis.

Esta técnica terapéutica se aplica a niños, adolescentes, jóvenes, adultos, psicóticos, por ejemplo en el caso de los niños mentirosos, ladrón o propenso a la huida, cuando se ve en trance de interpretar su propio papel, adquiere una perspectiva tal respecto a sus pulsiones disociales, que decidirá por sí mismo cambiar. En el caso de pacientes psicóticos, que están alucinando, es viable aplicar la técnica con el propósito que represente lo que está percibiendo para que haga una catarsis y pueda estabilizarse.

En la técnica de psicodrama se maneja el inconsciente, que se ubica en la esfera instintiva, está dentro de la naturaleza humana y el subconsciente, que constituyen las experiencias vividas, guardadas en el pensamiento a través del desarrollo de la vida desde que tenemos uso de razón hasta que dejamos de existir.

La técnica se puede utilizar y ayuda mucho en las diligencias de reconstrucción de los hechos de los delitos contra la vida, el cuerpo y la salud, en el caso de los homicidios, para observar el comportamiento del procesado, su espontaneidad, como se le instaló la idea de matar, la ejecución y su resultado, el medio empleado, era de día, tarde, noche o madrugada, los móviles, la escena del crimen, las personas que participaron, si existe un arrepentimiento o es indiferente la muerte del occiso, si hubo premeditación, alevosía, ventaja o fue un acto impulsivo de las circunstancias o intervinieron causas eximentes, como la legítima defensa o anomalía psíquica, grave alteración de la conciencia y voluntad o trastornos de la percepción.

En conclusión, la técnica ayuda a todo ser humano que se somete a ella, ya sea para resolver aspectos existenciales de las personas o se aplican en temas de liderazgo, ventas, comunicación, estrategias policiales y de las fuerzas armadas. Que Dios los bendiga.