¿Qué hará Lady C?
Lady Camones –en adelante Lady C-, flamante presidenta del Legislativo, tiene una prueba de fuego: hacer realidad que la subcomisión de Acusaciones Constitucionales someta mañana mismo a debate el acuerdo sobre la investigación realizada a la actual vicepresidenta del Perú Dina Boluarte, acusada de violar la norma vigente que prohíbe a los funcionarios del sistema electoral participar como candidatos a la presidencia, sin previamente renunciar al cargo. Boluarte como sabemos, renunciaría a su empleo tras el destape que hizo la aún prensa libre, demostrando que al momento de ejercer el cargo de vicepresidente de la República se encontraba con “licencia” de ONPE, donde fue jefe de la oficina Surco. Ahí no queda su infracción. Al poco tiempo se confirmaría que Boluarte tampoco renunció al cargo de presidenta de un club departamental, para el que había venido haciendo lobbies –presionando al Concejo de Lima Metropolitana- para obtener licencias, entre otras “gestiones”. ¡Conducta constitucionalmente vetada! ¿O acaso en la grata conversación que sostuvieran Boluarte con Camones, sentaditas alrededor de una buena mesa en el Jockey Club -rodeadas de ciertos congresistas, como Alejandro Aguinaga y Alejandro Cavero- se trató este asunto, con miras a seguir postergándolo o, finalmente, para echarle tierra?
La primera resolución que necesita adoptar Lady C es que la comisión de Acusaciones Constitucionales nombre a un nuevo encargado para formular el dictamen relacionado al affaire Boluarte, en reemplazo del legislador Édgar Reymundo, miembro del partido Somos Perú, afín al miserable Martín Vizcarra, que patrocina al régimen Castillo como chaleco salvavidas frente al cúmulo de investigaciones fiscales que arrastra este exmandatario de infame recordación. El congresista Alejandro Muñante alega ser testigo de que “Reymundo viene petardeando las investigaciones que se realizan contra el presidente de la República. No avizoro un buen futuro para la denuncia constitucional contra Boluarte. Conciliar con Reymundo no nos da seguridad alguna. Las denuncias constitucionales contra Boluarte permanecerían estancadas»,
Durante su primer año de funciones, presidido por la populista María del Carmen Alva, el Poder Legislativo no ha estado a la altura de las gravísimas circunstancias en que se encuentra la nación. Salvo una que otra ley trascendente –la que regula la cuestión de confianza, por ejemplo- el Parlamento ha rumiado y empollado aquellas iniciativas que obligatoriamente debió aprobar. Ni qué decir del triste papel que ha desempeñado en torno a la vacancia presidencial. Y, salvo error u omisión de este escriba, dudamos de que la actual presidenta del primer poder del Estado vaya a superar -quizá tampoco a igualar- a su predecesora. Porque, sometida a los ucases de su jefecito -“doble cara” César Acuña- acabaría blindando tanto a Castillo como a Dina Boluarte. Aunque si los astros iluminasen a Lady C pasaría a la historia plantándole cara a Castillo y Boluarte, independizándose del mandamás del partido APP como muestra de su amor al Perú y devoción por la democracia.
El Perú vive un momento muy dramático, amable lector. ¡Está en juego la democracia, cuyo supremo valor es la libertad y, como sucedáneo, el progreso socioeconómico de todos los peruanos!
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