¿Quién sigue protegiendo a Martín Vizcarra?

La exparlamentaria de Fuerza Popular, Rosa Bartra, que realizó un estupendo trabajo como presidente de la comisión investigadora Lava Jato del Congreso, ayer formuló importantes declaraciones a este periódico que deberían alertar a la comunidad política y jurisdiccional del país. En línea con nuestro comentario de ayer, coincide con que el Jurado Nacional de Elecciones JNE –que en forma incomprensible, todavía preside un tal Salas Arenas– jamás ha debido aprobar la inscripción del partido político de propiedad de Martín Vizcarra.

Comenzando porque los efectos de la inhabilitación que sancionara contra él el Congreso de la República, prohíben que organice, funde, pertenezca o represente a alguna agrupación política, al estar él impedido, personalmente, para ejercer cualquier función pública. Desde dirigir una agrupación política; postular a la presidencia y, con mayor razón, ejercer la primera magistratura del país. Es evidente que la perseverancia de Vizcarra por inscribir “su” partido –lo que habría conseguido ilícitamente, en connivencia con el presidente y/o algunos de los integrantes del JNE– tiene un propósito fundamental para él: regresar al poder para, desde allí, frustrar las investigaciones que le sigue la Fiscalía de la Nación. Las cuales, tal como reseña la información publicada ayer por EXPRESO, sospechosamente llevan ya demasiado tiempo sin culminar.

Vizcarra no sólo está denunciado por haber ordenado que le vacunen –hasta con tres dosis– con el antiviral fabricado por el laboratorio chino Sinopharm; sino que lo hizo en secreto y con meses de anticipación a que el pueblo tuviera acceso a dicho privilegio. Con esto generó miles de muertes adicionales a aquellas que ya había producido con su infame desempeño del manejo de la pandemia Covid, proscribiendo que la ciudadanía use las pruebas moleculares e imponiéndole en su lugar unas infames pruebas rápidas que nunca dieron resultado.

Estas, entre otras, son las razones de que, en el ranking mundial, el Perú figure como primer país en número de fallecidos respecto a su población. Usted, Vizcarra, no puede abstraerse de aquellos más de 200,000 peruanos muertos por su desinterés, egolatría, probable corrupción y una muy envilecida entraña.

Sin embargo, la ex congresista Bartra saca al fresco otro sesgo sobre Vizcarra que necesita destacarse. Según la ex legisladora “Vizcarra hizo todo para abrirle el paso a un gobierno comunista (…) Las reformas políticas que impuso aplaudidas por la (mal llamada) gran prensa, nos llevaron al gobierno de Pedro Castillo; y ahora al de Dina Boluarte (…) El hecho de comprobar a una militante del partido de Vizcarra en el gobierno de Boluarte (refiriéndose a la ministra de Salud, Rosa Gutiérrez) nos dice mucho (…).” ¡Tiene razón!

La Fiscalía –empezando por la valiente Fiscal de la Nación, Patricia Benavides– y el poder Judicial –presidido por Javier Arévalo– se encuentran en vitrina frente al país. Permitir que este individuo siga impune ante el cúmulo de acusaciones por corrupción que lastra consigo, implicaría traicionar al pueblo. Sobre todo, a los jóvenes al impedirles votar por gente nueva y coherente para, prontamente, salir del caos sociopolítico/económico en el que permanecemos entrampados.

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