República Dominicana y sus elecciones presidenciales de hoy
Desde las 7:00 am de hoy, domingo 19 de mayo, y hasta las 5:00 pm, cerca de 8.14 millones de ciudadanos en República Dominicana (RD), país caribeño ubicado en la parte central de las Antillas –junto a Haití, integran la misma isla, históricamente denominada La Española por Cristóbal Colón, que fuera el primer recinto español fundado en las Américas–, han sido convocados para elegir a su presidente para el período 2024-2028.
También serán elegidos los representantes a senadores y diputados. La Junta Central Electoral (JCE), es la entidad dominicana responsable de conducir el proceso del sufragio electoral. Hasta este país he llegado en la condición oficial de Observador Internacional para cumplir la función de veeduría del proceso de elecciones y dar cuenta a la comunidad internacional sobre su pulcritud y transparencia o su irregularidad o ilegalidad, en salvaguarda del principio de neutralidad del derecho internacional al que nos debemos para notificar sin condiciones sobre su resultado.
Tres son los candidatos que aspiran ocupar el Palacio Nacional, para los próximos 4 años: Luis Abinader, actual presidente, que busca la reelección; Leonel Fernández, tres veces mandatario de su país (1996-2000, 2004-2008 y 2008-2012), para muchos el arquitecto del auge económico que ha alcanzado actualmente el país; y Abel Martínez.
Aunque las encuestas cerraron, nada realmente se sabe, debido al vertiginoso crecimiento de Leonel Fernández, del que también dieron aviso los últimos sondeos, y que, de confirmarse, impediría al actual mandatario ganar en primera vuelta, con lo cual, para una segunda consulta ciudadana, el panorama podría ser completamente distinto. República Dominicana, hoy en condiciones económicas abismalmente distintas de Haití, sin discusión el país más pobre del continente y calificado como un completo Estado fallido, pues por esas paradojas de la historia, fue su colonia en 1822 y solamente recuperó su independencia, 22 años después, en 1844.
Caminando por las calles de Santo Domingo –por cierto veo más haitianos que hace 6 años en que vine (podrían llegar a casi un millón), y que pudieron cruzar por algún punto de la frontera (llega hasta los 380 km), promovidos por mil astucias debido a la gravísima y extrema realidad en el lado occidental de la isla que es el territorio de Haití, y que fuera ocupada por Francia en el siglo XVII–, es inevitable referirme a su crecimiento solamente mirando los grandes edificios que dominan en la ciudad de Santo Domingo y al boom turístico y hotelero, por sus mágicas playas, lo que sobresale en este país de 11.2 millones de habitantes, en su inmensa mayoría descendientes de europeos y esclavos africanos, que ha sabido capitalizar esta fortaleza convertida en política de Estado que le ha permitido contar con más de 8 millones de turistas en 2023.
Nosotros, en cambio, contando Machu Picchu, una de las Siete Maravillas del mundo moderno, y dominados por un circo político lleno de pugnas, donde nuestra clase política es incapaz de poner en la mesa la verdadera agenda nacional, ni siquiera pasamos de los 2 millones de turistas al año. ¡Qué vergüenza! Aprendamos de República Dominicana, que es uno de los países con más rápido crecimiento en América Latina, y para confirmarlo remitámonos al cálculo del Banco Mundial, que, con magistral acierto, previó el alza de su PIB hasta el 5,1% para este año. Eso pasa cuando hay compromiso con la patria. Esperemos los resultados de esta noche, aquí en el imponente Embassy Suites by Hilton, donde nos hospedamos, y en el centro de computo dominicano.
(*) Excanciller del Perú e Internacionalista
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