Saco Oliveros: noticia mundial
La noticia viene de España, en donde acaba de concluir el Torneo Mundial Escolar de Ajedrez. En una épica jornada, el colegio Saco Oliveros de nuestro país se coronó subcampeon mundial tras ser derrotado por el colegio Velammal de la India, cuyos tres primeros tableros ostentan la categoría de Gran Maestro Internacional, GMI.
Mientras tanto, los grandes maestros, el noruego Magnus Carlsen, actual campeón, y el ruso, Ian Nepochmnianchti, su retador, definen el título del mundo en un match a catorce partidas, de las cuales ya se han desarrollado cuatro.
Es muy aleccionador y grato que un colegio peruano que se distingue por sus logros internacionales en las ciencias, haya llegado a este nivel. Para darnos una idea de lo que significa diremos que los tres primeros tableros hindúes de 16 años aspiran, según la crítica especializada, a convertirse en los grandes campeones mundiales del inmediato futuro.
Cada vez es más evidente y, felizmente, conocido que el ajedrez no es sólo un gran y apasionante juego ciencia, sino una herramienta muy útil para la educación y la formación intelectual y humana de los niños y adolescentes por los valores que transmite partida tras partida.
La semejanza del ajedrez con la vida y con muchas batallas que en ella debemos dar, lo sitúa como referente para mejorar nuestras habilidades, formar nuestro carácter, aceptar con ánimo pujante y esclarecedor las victorias y las derrotas, disciplinarnos y controlar nuestras emociones en los momentos cruciales y en las tensas vigilias de los triunfos y las debacles.
Felizmente, grandes corrientes pedagógicas están incorporando al ajedrez en los años iniciales de la infancia. En fecha reciente, una extraordinaria producción de Netflix, Gambito de Dama, ha hecho más que muchos discursos por incorporar a la mujer en un mundo que debe ser igualitario en oportunidades para todos y sin discriminaciones de ninguna índole.
Putin aspira a recuperar la gloriosa tradición ajedrecística rusa por medio de un joven judío de 31 años que se amarra su colita de cabello en la cabeza como un moño y que está tratando de vencer al genio noruego de 30 años que gana millones de dólares promoviendo marcas y por medio de sus plataformas y empresas en internet. Mientras tanto, un iraní de 18 años, nacionalizado francés, se ubica en el segundo lugar del ranking mundial.
Enorme mérito del colegio Saco Oliveros y sus alumnos, por adentrarse en la verdadera modernidad y por seguir el ejemplo de países visionarios como, por ejemplo, China, que hace 25 años no tenía ningún gran maestro, y hoy, tiene diez entre los cien mejores del mundo. Y dos, en el top 10, siendo Ding Liren el número 3.
Un colegio en la vanguardia escolar mundial es, aunque parezca mentira, el Saco Oliveros, peruano desde la apertura hasta al final.
Jorge.alania@gmail.com
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