¿Sacrificio del peón?
Por Francisco Calisto Giampietri
Para quienes conocemos la lógica del juego de ajedrez, esta va de lejos más allá de la inmediatez a la prospección de construir escenarios derivados de los movimientos que se hagan, mientras más escenarios construyamos y más profundos en la prospectiva seamos, mejor parados saldremos, claro está. Ahora traigamos esa lógica a los últimos sucesos en nuestro país, muchos se preguntaron y algunos aún lo hacen, ¿por qué Castillo dio un golpe de Estado tan artesanalmente diseñado si no tenía el apoyo de nadie? Algunos justifican esa decisión en el asesoramiento de Betssy y su Kaníbal asesor, gran favor que les hacen de siquiera deslizar que una decisión de esa naturaleza haya podido emerger de personas tan ideologizadas. Salgamos un poquito del contexto en el cual nos encontrábamos en ese momento, proyectándonos a lo que sucede hoy, claro está que lo único que hizo el ex usuario del sombrero fue seguir las instrucciones de sus adláteres, los cuales sacrificaban a la pieza más inservible del tablero, en pos de continuar la jugada, en obediencia a los preceptos emanados por la zurdería extrema de América Latina. ¿O seguiremos siendo ilusos pensando que todo lo que se vive hoy es producto de la casualidad? El fin ulterior es claro, las supuestas reivindicaciones sociales no lo son, el componente es claramente político y una vez más estamos tratando de solucionar el problema apelando principalmente a acciones represivas, sacrificando a nuestras valientes Fuerzas del Orden. ¿Nuevamente caeremos en el mismo error de los noventa? Este es un problema que necesita una solución integral y sinérgica. El componente de solución parte por una decisión política, en el uso adecuado de las herramientas de las que se debe valer el Estado, enmarcados en el ordenamiento legal y apoyado por el aparato estatal. Las decisiones que se tienen que tomar deben tener componentes políticos, sociales y económicos que traigan la paz a la nación, pero actuando con firmeza y decisión.
La renuncia de la presidente, adelanto de elecciones, cierre del Congreso, asamblea constituyente, nueva constitución son los gritos del autodenominado pueblo y que no se enmarcan en reivindicaciones sociales por ningún lado, son copia al carbón (como diría la abuela) de lo que ha sucedido en otras latitudes, comunistas ellas y que hoy quieren imponerse como corsé en nuestro país, por una minoría que juega su última carta para la irrupción a la fuerza del intento de implementar la patria grande, la ideología del siglo 21, mediante la agenda 2030, el foro de Sao Paulo, el Grupo de Puebla, Runasur, el financiamiento ilegal o cualquier otro. La ideología comunista siempre permanecerá per se en estos actores, no importa qué suceda, tiene una característica atemporal, sacrificarán todos los peones inútiles que necesiten, como ya lo hicieron con Castillo; basados en la teoría de Gramsci, no cejarán en su esfuerzo de imponerse, insertándose en el tejido popular, valiéndose entre otros de la educación y la cooptación del Estado, con la finalidad de acentuar las contradicciones e incentivar la fractura social, nunca cambiarán en su esencia. No podemos desmayar en la defensa de la democracia, recordemos que “No importa que la vaca sea negra, siempre dará lecha blanca”.
¡¡¡Despierta Perú… despierta!!!
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