Sagasti, falso valor
Sospechosa, prepotentemente, estando a cargo de la jefatura del Estado Francisco Sagasti conoció –aunque no informó– la admisibilidad de la denuncia presentada a la CIDH por el asesino Víctor Polay, cabeza del MRTA, demandando al Estado por “violar mis derechos humanos” y reclamando millonaria indemnización.
Polay aún purga condena por múltiples crímenes de lesa humanidad, asesinando a peruanos a quienes ordenaba secuestrar. Algunos acabaron muertos de hambre, como aquel lamentable caso del empresario David Ballón Vera. El negocio de Polay fue raptar empresarios, llamándoles explotadores para justificar su crimen enterrándolos vivos en mazmorras bajo tierra, de metro ochenta de largo por metro y medio de alto y ancho; sin luz, agua, servicios higiénicos, etc., pudriéndose mientras él 'negociaba' millonarios rescates con los familiares.
¡Lo que, usualmente, tardaría medio año en hacerse realidad! En tanto el ser humano raptado sobrevivía de migajas y dudosos líquidos que recibía para mantenerse vivo. Entre tanto, este asesino impresentable –que violó los derechos humanos de muchísimas víctimas, a quienes secuestraba y luego las torturaba en condiciones infrahumanas, como animales– esperaba quieto que los familiares paguen millonarios rescates por su libertad, incrementando la cifra conforme transcurría el tiempo. Sin embargo, a este rufián, amable lector, la CIDH le ha “admitido” una demanda por indemnización contra el Estado peruano, basada en que el Estado afecta sus “condiciones carcelarias”. Semejante infamia la conoció de primera mano el huachafo Sagasti; no obstante, expresamente la ocultó al país posiblemente por la admiración que siente por el MRTA. Recordemos que, pocos días después del masivo secuestro en la embajada japonesa por Serpa Cartolini –otro líder del de la banda MRTA– Francisco Sagasti salió caminando de la Embajada pidiéndole, previamente, una fotografía autografiada a serpa, su admirado líder terrorista.
Evitando informar sobre la demanda de Polay, Sagasti consiguió que éste consolide su proceso contra el Estado. Con ello alentó a que el MRTA se sumase a la estrategia de resurgimiento del terrorismo, que coordina sendero tanto en el campo sedicioso como el político. El pasado lunes, el terrorismo asesinó a cuatro soldados en la zona del Vraem; meses antes había ocurrido algo similar. Ese mismo lunes el presidente del poder judicial, el Defensor Pueblo y el presidente del Tribunal Constitucional, participaban alegremente en un aquelarre ¡en el auditorio del palacio de justicia! Allí estuvo invitada la crema y nata de sendero, Movadef y demás frentes terroristas (incluido MRTA), confirmando que el Estado hoy está copado por esta lacra.
Tamaña batahola ocurrió, coincidentemente, el mismísimo día que la CIDH confirmaba haber aceptado otra denuncia contra el Estado: la del terrorista Artemio, zar del Vraem, productor de cocaína, financista del terrorismo y responsable en los últimos años de 500 acciones terroristas, con el resultado de 1,000 peruanos muertos entre policías, civiles, militares. La ceremonia convocada por este cándido presidente del Poder Judicial acabó a capazos, con los terroristas puestos de pie enrostrando depuesto y medio al gobierno y al Estado. ¡Pero, nadie protesta! ¿Qué nos está pasando?
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.