Sainete de la OEA
El infame Luis Almagro, Secretario de OEA, se apresta a montar un sainete en Lima, presto a blindar a Pedro Castillo y a descalificar a la oposición nacional. El tema de fondo que debió debatir la OEA es la vigencia de una organización criminal, presuntamente dirigida por Castillo para manejar un régimen corrupto que, desde el día 28 de julio 2021, viene robándole sistemáticamente al Estado peruano. Sin embargo, poniéndose del lado del delito, Almagro, el burócrata latinoamericano tantas veces denunciado por corrupción, pide que la OEA no investigue a Castillo, imputado por la Fiscal de la Nación por presuntamente liderar la organización dedicada a corromper al Estado en beneficio propio y de los secuaces que le acompañan en esa camorra criminal. De otra forma no se explica por qué Almagro ha optado porque la misión de la OEA que nos visite próximamente, determine si el poder Congreso peruano es una organización golpista que, violentando la Constitución, tiene como objeto echar del poder al todavía presidente Castillo. Queda claro que nuestra diplomacia –manipulada por la embajada cubana en el Perú- es responsable de tamaño atentado contra nuestra democracia. Como explicaba ayer en EXPRESO el ex Canciller Luis Gonzales Posada, Torre Tagle “usa el membrete de (los) embajadores para servir una causa que no corresponde a los ideales y principios históricos de la Cancillería”, sino que más bien responde a los aspiraciones de “la organización criminal” que presuntamente dirigiría Castillo.
EXPRESO también publicó ayer una crónica del abogado Luis Lamas Puccio, que desnuda los intereses que hay detrás de la manipulación de Almagro. Dice Lamas: “(…) nunca ha habido tanta corrupción en Latinoamérica, desde que entraron en vigor la Carta de la Organización de Estados Americanos (1948), la Convención Interamericana (1997) y la Carta Democrática Interamericana (2001) contra la Corrupción (…) un marco normativo de contenido legal y político, a nivel hemisférico, plagado de principios, instituciones, declaraciones, órganos especializados y propuestas de acciones que poco o nada han servido para luchar contra un flagelo traumático para el continente (…)” El costo de esa farsa (porque detrás de esta organización pulula un fenomenal lobby defensor de los jeques de la corrupción regional) es, sencillamente, estratosférico. ¡Lo financian mansamente los países! Otrosí. A cambio de respaldar a la comisión de marras de Almagro, Castillo satisfizo una “solicitud” de la OEA aceptando que Perú pague US$2 millones anuales más este año, para que los burócratas de ese ente continúen viviendo como millonarios con el dinero que le extraen a nuestros ciudadanos. Pero veamos los hechos denunciados por Lamas Puccio. De poco o nada ha servido la onerosísima parafernalia de entes creados por la OEA “para luchar contra la corrupción”. Las estadísticas revelan que, en lo que va de este siglo, la corrupción se ha multiplicado exponencialmente en la zona, quedando demostrada la inutilidad del “marco normativo contra la corrupción” que blandea la OEA. Por tanto, el único beneficiado por esta pantomima que montará Luis Almagro –reiteramos, denunciado sendas veces por corrupción- será nada menos que Pedro Castillo Terrones.
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