Sigue agudizándose la corrupción
Hasta ayer, el flamante ministro del Interior, Willy Huerta, no había instalado el equipo especial de policías para darle apoyo a la fiscal María Barreto, en una investigación que se le sigue al aún presidente Castillo. El equipo policial fue solicitado por la Fiscal de la Nación al ex ministro Mariano González, quien ha demostrado que de inmediato atendió la solicitud. Sin embargo, sin expresión de causa el presidente Castillo dejó en suspenso la resolución ministerial firmada por González quien, tras su renuncia, había imputado a Pedro Castillo de obstaculizar la Justicia, torpedeando descaradamente la captura de malandrines a órdenes suyas que siguen prófugos, como Pedro Pacheco, ex secretario de la Presidencia; Juan Silva, ex ministro de Transportes; y Fray Vásquez, sobrinísimo de Castillo. ¿Adoptará el Parlamento alguna medida contra el presidente Castillo, o permitirá que este siga consolidándose como el dictador de facto que es? El método de palacio es mentirle descaradamente al Congreso, conocedor de que jamás habrá reacción del primer poder del Estado. ¿Razón? El Ejecutivo tiene mayoría legislativa, gracias a tránsfugas de las bancadas de César Acuña, José Luna Gálvez y Acción Popular, sicarios de un gobernante corrompido, disfuncional, nefasto para la patria.
Trascurrida, hasta ayer, una semana de la renuncia del ex ministro González -sin que el Ejecutivo atendiese el urgente pedido de la fiscal Barreto para ubicar y detener a los prófugos amiguetes de Castillo- quedó confirmada la denuncia del referido ex ministro, respecto al desinterés presidencial por apresar a criminales -colaboradores y parientes suyos- requisitoriados por la Justicia. Si algún mandatario democrático hubiese actuado como lo hace Castillo, en este momento no solo estaría vacado y denunciado, sino sumariamente procesado por la Justicia. Más aún, si a ese descaro se le agregase el cúmulo de violaciones a la Constitución y a las normas que, impunemente, sigue perpetrando Pedro Castillo, la izquierda habría movilizado cielo y tierra para condenarle a la pena de muerte por traición a la patria. Pero tratándose de un sujeto comunista, pro senderista y antisistema –como Pedro Castillo- la izquierda le permite engañar, robar, obstruir a la Justicia, abusar de su poder, corromperse y corromper, etc. Seamos claros, ¡La izquierda peruana es miserable, tramposa y felona!
Otrosí. ¿Cuándo removerá la siniestra Junta Nacional de Justicia JNJ a la ex Fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, del cargo de Fiscal Suprema? Una sinvergüenza que actuó conscientemente contra la Justicia, para favorecer a delincuentes como Vizcarra por meros intereses politiqueros. ¡O sabe Dios de qué otra índole! ¡Si la JNJ no destituye a Ávalos, que lo haga el Congreso! ¡Pero Ávalos no debe ocupar un día más este cargo! El sábado, la actual Fiscal de la Nación, Patricia Benavides, abrió investigación contra Pedro Castillo “por tráfico de influencias”, en el affaire Petroperú que involucra a Samir Abudayeh, Hugo Chávez y otros, fusilando así el precedente de Ávalos cuando abrió -e inmediatamente dejó en suspenso- una investigación contra Vizcarra, alegando “que el presidente en funciones no puede ser investigado.”
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