¡Silencio, matón mexicano!

Presidente Dina Boluarte, cuenta usted con el apoyo de la inmensa mayoría de todos los peruanos que han respaldado la vacancia del ladrón-golpista Castillo, y aplauden su encarcelamiento preventivo mientras la Fiscalía -y los jueces- procesan y condenan a este miserable que destrozó la estabilidad socioeconómica del país para justificar su plan de entregarle el Perú a una mafia marxista sudaca, dirigida por Cuba, Venezuela, el Foro de Sao Paulo y el delincuente en serie Evo Morales. ¡Pero gobernar significa romper huevos para hacer tortillas, señora presidente! ¡Como por ejemplo, decirle “Ya Basta” y/o “¿Por qué no te callas?” (como le espetó el Rey de España al impresentable Chávez) al bocón cleptómano Manuel Arturo López Obrador! El reblandecido jerarca de México que no cesa de atacar y degradar al Perú. Muy particularmente, de atacar su gestión, presidenta, so pretexto de defender a un ratero-golpista llamado Pedro Castillo, quien con su esposa, hija putativa, hermanos, cuñados, ministros, secretarios palaciegos, etc., montó una organización criminal -como lo ha denunciado la fiscal de la Nación ante el poder Legislativo- para robarle mañana, tarde y noche al Estado peruano y beneficiarse él y su familia, sus incondicionales secuaces y una manga de sinvergüenzas, decididos a acatar su ucase de empobrecer al Perú para enriquecerse ellos, e imponernos un régimen tiránico, chavista adonde esa mafia pasaría a ser la casta todopoderosa que pondría bajo su bota opresora a un hambreado, sojuzgado, derrotado pueblo peruano.

Estamos seguros de que usted, presidenta Boluarte, –como sucede con gran parte de los 32 millones de peruanos que se sienten heridos, humillados, indignados- no puede ni debe, ni quiere seguir soportando un minuto más este cotidiano, infamante ataque contra nuestra Patria que lanza, soezmente, un sinvergüenza internacional que rompe todos los códigos de NO INTERFERENCIA EXTRANJERA ante intereses soberanos de cualquier país. ¡Un sujeto que, dicho sea de paso, se encuentra asimismo acusado por ladrón en su país, México, a quien se le conoce mundialmente por su alias ”amlo”! Los peruanos, presidenta Dina Boluarte, tampoco queremos, podemos, queremos -ni menos aún merecemos- que nuestra jefe de Estado permanezca callada un sólo día más, delante de este matón aliado de un golpista corrompido hasta la náusea, como el vacado –y a mala hora- mandatario Castillo. Inclusive el fanfarrón comunista mexicano cobijó en la embajada de su país a una delincuente imputada por el Ministerio Público peruano, a sabiendas de que, aparte de esposa del trasgresor constitucional, también es asaltante del Estado peruano. ¡Ya basta de falsas diplomacias! Ha hecho muy bien su gobierno en expulsar, en el plazo de 72 horas, al embajador de México, imputando responsabilidades de quien sólo recibía instrucciones. Sin embargo, el verdadero culpable de faltarle el respeto -mañana tras mañana, hora tras hora- al Perú es nada menos que quien manda en México. Un prepotente politicastro de la más baja estofa, conocido como “amlo”. Y allí sigue ese sujeto, burlándose de nuestra Patria, cobijando criminales y ofendiendo a nuestra Patria. Y a través de ello, a 32 millones de connacionales.