Simón Amaru y la gastronomía peruana en Alemania
Los “otros embajadores” del Perú son también efectivos y su labor es siempre de alto impacto. Debemos mucho a quienes silenciosamente han llevado y llevan el nombre de nuestra patria a lugares donde se pensaba imposible llegar. Este es el caso de nuestros embajadores dedicados a difundir la gastronomía peruana en otros países.
Simón Amaru Castro Mendoza, de madre alemana y padre peruano, es chef del “Restaurant Chicha Berlín”. Desde esa “sede diplomática” engrandece nuestra cultura nacional y la promueve; enaltece las raíces de nuestra cocina al integrar los más delicados gustos peruanos con la cocina europea, poniendo en relieve la diversidad culinaria peruana. Para él, la cocina es como Ferran Adriá señala “Un lenguaje mediante el cual se puede expresar armonía, felicidad, belleza, poesía, complejidad, magia, humor, provocación, cultura”.
Mediante el arte culinario, Simón Amaru entrega una expresión original, en la que conjuga variedad, exquisitez e innovación: esto hace atractivo a los más exigentes paladares. Es que el ímpetu y dedicación de Amaru trasciende los linderos de la cocina: su arte lleva siempre la marca Perú, es decir, al preparar cada plato lo hace con alegría a sabiendas que “Una receta no tiene alma. Es el cocinero quien debe darle alma a la receta” tal como lo señala Thomas Keller, o como lo describe nuestro Chef mayor Gastón Acurio como el “Dilema del cocinero: El poeta triste escribe poemas y te hace llorar. El pintor triste pinta cuadros y te logra emocionar. El músico triste compone canciones y te hace cantar. Al cocinero triste le está prohibido cocinar”. Por eso el pasado 2019 acaparó las atenciones de la prensa especializada en Europa reconociendo a Amaru con un sinnúmero de premios importantes como el El Gault-Millau, uno de los referentes de peso en la gastronomía mundial.
El éxito del restaurant Chicha, en el exigente mercado alemán, se explica porque abarca la diversidad culinaria peruana sumado a la alta calidad, variedad y referente de buen sabor. Esperemos que otros “embajadores” sigan ese camino llevando por el mundo el sello peruano. Nos corresponde cuidar lo nuestro, sólo así aceleraremos el exitoso viaje de nuestra cocina por el mundo con la reciprocidad adicional de recibir cada vez más visitantes en nuestro país.
¡Guten Appetit!