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Sin populismos, el futuro es nuestro

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Fecha Publicación: 23/03/2024 - 22:20
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El día que Lima logró ser la sede de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos 2027, Perú saltó de alegría, la emoción explosionó y la esperanza decoló de nuevo en los peruanos.

Parecíamos haber perdido toda ilusión y el rumbo del país. Por meses, el estancamiento económico y las crisis social y política devoraban las expectativas nacionales.

Sin embargo, el suceso mencionado devolvió a nuestra capital el sitial que le corresponde como ciudad con seguridad y aceptable infraestructura deportiva.

El contexto es que los países latinoamericanos atraviesan una situación económica financiera difícil. En 2023 los índices de crecimiento marcaron un dígito y en algunos fueron negativos.

A contracorriente, la perspectiva en Perú es alentadora: en los dos primeros meses de 2024 los indicadores económicos son positivos, hecho refrendado por el BCRP al subir la proyección del crecimiento del PBI para 2024 a un 3%.

En reciente artículo que escribí aquí expuse mi convicción de que, pese a las amenazas de El Niño global, Perú tenía los suficientes recursos económicos para posicionarse en Latinoamérica.

La data: el monto de RIN de 72,905 mil millones de dólares le permite un prominente lugar en el subcontinente. Igualmente, es superlativo su potencial polimetálico y el 75% de la biodiversidad mundial le aseguran una agroexportación en permanente crecimiento.

En el plano financiero, la reducción de la tasa de interés referencial del BCRP permite otorgar a los bancos mayor liquidez monetaria.

En consecuencia, se incrementa el flujo de caja de créditos destinados a financiar nuevas inversiones lo que, a su vez, facilita la generación de nuevos empleos en diversos sectores.

No hay duda que el actual binomio de ministros de Economía y Energía son profesionales convencidos de la necesidad de destrabar los proyectos de inversión. Igualmente, de procurar facilidades para los que están paralizados entren a operar con inmediatez, a saber: Sihuas 2, Chavimochic III y la serie de proyectos mineros que suman casi 20 mil millones de dólares, entre los que se encuentra Tía María, el mismo que de ejecutarse se convertiría en símbolo de una nueva etapa en nuestro desarrollo.

De allí que es un hito la designación de sede de los mencionados juegos, que convierte a Lima en la primera ciudad que alberga dos ediciones en una década.

Sumados los indicadores macroeconómicos positivos, la reducción de las tasas de interés para todo tipo de créditos, las inminentes inversiones mineras como las metas trazadas por los nuevos ministros citados, no cabe duda que devolverán fe y esperanza a una ciudadanía fatigada y, simultáneamente, la convicción renovada de que el futuro será nuestro.

En prospectiva, es indispensable que el Congreso aborde temas indispensables como las reformas políticas y, de plano, rechace proyectos populistas que perforan las cuentas fiscales.

Solo así la inversión privada, disminuida en los últimos años, retornará en poco tiempo para ser lo que fue: la locomotora que arrastra los vagones de la minería, electricidad, agricultura, pesca e industria en general.

* Por Javier Díaz Orihuela, exsenador de la República

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