¡Son una vergüenza!
Parafraseando el eufemismo empleado recientemente por la Comisión de Venecia, resulta “inusual” que un régimen dictatorial como el del sátrapa Maduro haya sido elegido para ser parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDH-ONU). ¡Vergonzoso!
La única explicación posible y entendible para tan repugnante hecho es que quienes avalaron al mayordomo del castrochavismo son una manga de imbéciles sin remedio, pues no quisiera pensar que sus votos fueron negociados por intereses subalternos.
¿Acaso no han leído el último informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) sobre Venezuela?
En dicho documento se detallan las gravísimas violaciones de derechos humanos perpetradas por la dictadura bolivariana. Por ejemplo, la ACNUDH da cuenta que el nuevo y flamante miembro del CDH-ONU aprobó leyes y políticas que han erosionado el Estado de derecho en su país y facilitado el desmantelamiento de las instituciones democráticas, incluyendo a su Parlamento. Asimismo, el informe deja constancia que este modus operandi tiene por finalidad el neutralizar, reprimir y criminalizar a opositores del régimen usurpador.
La ACNUDH también acota que, en los últimos 5 años, al menos 135 opositores al régimen bolivariano fueron privados arbitrariamente de su libertad. Asimismo, se documentó casos de violencia sexual perpetrados contra mujeres y niñas por miembros de la SEBIN, de la DGCIM y la GNB. Las víctimas dieron cuenta de agresiones físicas, tocamientos inapropiados, amenazas de violación y desnudez forzada con la finalidad de humillarlas y castigarlas.
Por otra parte, la ACNUDH también documentó casos de ejecuciones extrajudiciales perpetradas por las fuerzas de seguridad en vecindarios que albergaban a gente de escasos recursos. ¡¿Asesinos y defensores de derechos humanos?!
La lista de atentados contra los derechos humanos en Venezuela es bastante extensa, por ello resulta inaceptable, por decir lo menos, que los representantes de 105 países miembros de la ONU hayan avalado que un régimen represor de libertades fundamentales tenga un escaño en el CDH-ONU. Al parecer esta instancia supranacional se suma a la lista de organismos que son regentados por los cómplices ideológicos de los Castro, los Chávez, los Correa, los Maduro y demás joyitas del socialismo del siglo 21.
Sin perjuicio de lo anterior, en el Perú los que se autoproclaman como los únicos y verdaderos defensores de los derechos humanos, los puros, los transparentes, los políticamente correctos y la reserva moral del país, se han mantenido silentes ante esta vergonzosa elección. ¿Por qué ahhh?
Si Nicolás Maduro es un defensor de los derechos humanos, entonces, Adriano Pozo es un feminista que merece ser designado como ministro en el MIMP.
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