Un circo llamado OEA
Mañana arranca el show. ¡Aunque el circo que dirige Luis Almagro aún no haya repartido el programa! ¡Peor todavía, ni siquiera permitirá la entrada abierta a todo el público! La actuación será a puerta cerrada, para invitados especiales. Es decir, tan sólo asistirán aquellos que porten carnet del club de amiguetes de Pedro Castillo.
¡Bienvenidos a la opereta bufa que estrena la OEA en nuestro país, basada en el guión escrito al alimón con el Foro de Sao Paulo, el Grupo de Puebla, el embajador-espía de Cuba en Lima y la organización criminal que presuntamente dirige el todavía presidente Pedro Castillo Terrones!
La prosapia socialista local –enemiga de los partidos políticos desacreditados por ella misma, e ideologizada por ghettos patrocinados por ese neo marxismo post caída del Muro de Berlín- participa en la coreografía de esta escenificación del ingreso del Perú al modelo cubano-venezolano del odio, la miseria, el caos, la abolición de las libertades. También venera el partidismo fanático-lunático de la izquierda local, convertida en zombie del gobernante de turno; y apoya su afinidad con la “patria grande bolivariana”. Luis Almagro, el maestro director -y un coro bien afinado de notables líderes de la izquierda que le acompañarán en esta oportunidad- se apresta a estrenar su obra maestra: la claudicación del Perú a seguir perteneciendo al auténtico sistema Democrático latinoamericano, y a ingresar a la camarilla comunista patrocinada por Cuba y por Venezuela.
Un agradecimiento especial podría rendirle la OEA a Martín Vizcarra, el traidor y cínico sujeto que abonó el terreno para semejante metamorfosis sociopolítica, convirtiéndose con su ruin desmanejo de la pandemia en autor intelectual de la muerte de, al menos, 200,000 peruanos. Gente que falleció por Covid, víctima de la política sanitaria asesina que instaló Vizcarra conjuntamente con aquella versión criolla del doctor Mengele apellidada Zamora; y asimismo destrozando la economía asistido por una imberbe muy presumida de apellido Alva Luperdi. Con ello Vizcarra desató un inconmensurable malestar social y una estertórea crisis económica, cuyas consecuencias dinamitaron la estabilidad democrática apenas incursionase en este gobierno un neófito en administrar el Estado, un resentido social, y un mal peruano llamado Pedro Castillo Terrones, decidido a hipotecar el Perú a la órbita de los castros, los chávez, los maduros y ortegas.
¡Desconfiamos frontalmente de los buenos oficios que tanto cacarea la OEA en el caso del Perú! ¡Dudamos de la trayectoria de Almagro, cuestionado jerarca de ese organismo; hombre vinculado a la izquierda sudaca (madrina ideológica del régimen neocomunista que gobierna nuestro país)! Igualmente del afecto zurdo que profesa la OEA, desde que la izquierda conquistó Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, y recientemente Colombia, Chile, Perú y ahora Brasil. Los rojos podrán seguir conquistando países en el subcontinente. Pero aquello solo debería responder a las mayorías de cada sociedad. ¡De ninguna manera a la imposición de políticas izquierdistas por parte de organismos multinacionales, como OEA, quebrando el principio de soberanía que anteriormente respetaba este órgano panamericano! ¿O acaso Almagro se atrevería a incursionar en Washington para patrocinar el triunfo de la izquierda norteamericana?
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.