Un gobierno sin sustento

El régimen que encabeza Dina Boluarte, la exvicepresidente de Pedro Castillo, carece de un plan de gobierno. Sin embargo, al asumir la presidencia del país el 28 de julio de 2021, la ahora jefe de Estado Dina Boluarte no presentó –ni tampoco lo ha hecho transcurrido un año desde entonces- programa alguno de gobierno.

Lo que, implícitamente, significa que permanece fiel al programa comunista de Perú Libre, elaborado por el marxista -condenado por corrupción- Vladimir Cerrón, e instrumentalizado por el ignaro, golpista, corrupto Castillo, quien en su año y medio de presidencia dinamitó no solo la economía nacional, sino que destrozó la moral de la nación y, finalmente, aniquiló la estabilidad sociopolítica del país, situándonos en una grave coyuntura.

Si algo caracteriza entonces a Boluarte es que transpira una curiosa versatilidad que, llegado el momento, se hace indigerible para una ciudadanía que es más intuitiva de lo que creen los políticos. ¡Sobre todo, los aprendices de político, como quienes llegaron al poder con el felón Castillo! A ello se debe la sucesión de encuestas que ha venido publicando EXPRESO, la más reciente reseñada ayer por este periódico, confirmando que mes a mes Boluarte viene perdiendo apoyo entre la población, al punto que esta vez exhibe un aterrador 78% de rechazo popular. Es decir, ¡tendría 22% de respaldo!

Parafraseando a Winston Churchill, Dina Boluarte es un acertijo envuelto en un misterio, dentro de un enigma. Aunque lo que ella no podrá negar es la estela izquierdista que demuestra su trayectoria política. Boluarte jamás se opuso a nada de lo que ejecutó el golpista Castillo. Quizá no supo la fecha precisa del golpe de Estado que perpetró el corrupto, ahora preso Castillo, aquel infausto 7 de diciembre de 2022.

Posiblemente sólo lo supo el cogollo que reinaba a su alrededor, integrado por sus sicarios Aníbal Torres Vásquez y Betssy Chávez Chino. Esto lo pusimos en blanco y negro al día siguiente de juramentada la ahora presidenta de la Republica Dina Boluarte. ¡Y lo seguiremos sosteniendo! Por más que hoy, consciente de los delitos perpetrados por su exjefe Castillo, Boluarte intenta aplicar una teoría imaginaria basada en un idílico pragmatismo, sin sustento realista.

¡Tanto que ella se define como “una mujer de izquierda”, y tiene el desparpajo de administrar el país sin programa de gobierno! ¿O acaso estará aplicando el mismo “plan” de Castillo, consistente en dinamitar el Estado actual para erigir uno nuevo a imagen y semejanza del cubano o venezolano? Boluarte podrá engañar a muchos todo el tiempo; pero no a los 33 millones de peruanos todo el tiempo.

Y en política, 78% de desaprobación significa en rigor el 100%. De modo que Boluarte está gobernando un volcán que puede explotar en cualquier momento. A menos que, como venimos reclamando desde el comienzo de su gestión, presente alguno inmediatamente, para saber dónde piensa llevar al país de aquí al 28 de julio de 2026. Porque la paciencia popular no espera. Caso contrario, su vacancia podría estar a la vuelta de la esquina.

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