Una mafia llamada “Perú Libre”

Finalmente, la truculenta historia del régimen Castillo viene siendo confirmada por sendas investigaciones fiscales. Todo empezó desde que Perú Libre tomó el gobierno de la región Junín para esquilmar al Estado apelando a un método -hasta entonces reservado- adonde los cacicazgos regionales estafan al país a través de las panacas delincuenciales que anidan fuera de la capital. Áncash inauguraría el sistema. Junín no sólo lo perfeccionó sino multiplicó a la enésima potencia, bajo la batuta de Vladimir Cerrón. El enriquecimiento sin sustento que ha descubierto el Ministerio Público entre la familia Cerrón –tanto en Vladimir, ex gobernador hoy eminencia gris del régimen Castillo; su madre y su hermano Waldemar, actual legislador de la República- bordea los diez millones de soles. De igual pie cojean Guido “puka” Bellido, su mesa de noche Arturo “pinturita” Cárdenas y varias joyitas más. Cerrón fue condenado con pena de carcelería por asaltar la gobernación de Junín. Aunque en octubre de 2017, un hábeas corpus anuló su condena en el extremo de la materia penal de la sentencia. No obstante, el proceso continuó en marcha. Y ahora la Fiscalía pide 36 meses de prisión preventiva para Vladimir Cerrón. Por su lado “puka” y “pinturita” también están procesados por ese mismísimo caso. Hoy sus expedientes han cobrado muchísimo mayor relevancia –y peligro para ellos- en razón que el Ministerio Público ha logrado cerrar el círculo criminal extendido por la mafia del “lapicito”, engarzándolo al expediente que le abrió a Pedro Castillo por, presuntamente, liderar una organización criminal dedicada a estafar al Estado. Ahora la tesis de la Fiscalía es que ambos politicastros -Castillo y Cerrón- están hermanados. Inclusive los fiscales a cargo de estos casos son de la idea que Pedro Castillo ha trasladado al gobierno central la metodología criminal que Cerrón impuso en Junín, copando las áreas más rentables del Ejecutivo y repartiendo su manejo a representantes previamente escogidos por ambos perulibristas, como viejos socios. Vladimir Cerrón, por ejemplo, lleva el sector Salud cuyo presupuesto es de los más importantes en todo el Estado; mientras Castillo fundamentalmente administra Transportes y Comunicaciones. y Vivienda y Construcción. Es más, la teoría de la Fiscalía estriba en que la organización criminal denominada “Perú Libre”, fue constituida a partir del Movimiento Político Regional Perú Libre para aprovechar e instrumentalizar su organización en Lima. Y ya consolidado el poder -conquistada la gobernación de Junín en las elecciones de octubre 2018- Perú Libre buscó llenar todos los puestos estratégicos al interior de la gobernación con directivos y militantes de su absoluta confianza y lealtad. ¿El objetivo? Administrar una maquinaria eficaz de lavado de dinero. Fue mediante este método como Perú Libre costeó su llegada a la presidencia de la Nación en 2021. Primero, financiando la campaña presidencial de Castillo y de los 130 congresistas que patrocinaba. Y luego, ya con toda tranquilidad, consolidaría la compra de conciencias en el Jurado Nacional de Elecciones con el “dinero negro” que había acopiado entre 2018 y 2021. Hoy, amable lector, Perú Libre maneja dictatorialmente nuestro país. ¿Hasta cuándo?

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