Acusan a Daniel Salaverry de ser “cara de palo”, jajaja

La congresista Karina Beteta no se quedó callada y llamó ‘cara de palo’ y ‘caradura’ al presidente del Congreso, Daniel Salaverry, luego que este señor asegurara que ella presentó testigos falsos en la denuncia que interpuso por maltrato en la Comisión de Ética. Doña Karina incluso insinuó que habría algún blindaje de parte de la presidenta de este grupo de trabajo, Janet Sánchez, que hasta el momento ni se pronuncia sobre la primera denuncia al salaverrino por adulterar información en la semana de representación.

PERUANOIDES

No es que sean los “luchadores contra la corrupción”. Lo hemos dicho repetidamente en esta sección pobre pero honrada. Son los subsidiarios de lo que fue y sigue siendo Odebrecht en el Perú, constructora que está más que triunfante con el acuerdo felón firmado en Brasil con fiscales y procuradores peruanoides del caso Lava Jato. Esto mientras en otros países como México y Ecuador la expulsan y el BID la inhabilita por tres años.

FIJACIONES

Pero los representantes políticos y jurídicos, léase el “equipo especial” del caso Lava Jato, con apoyo de la concentración de medios, que también trabajó o han sido consorciados de Odebrecht, mantienen su fijación contra el Congreso y la liquidación de los partidos aprista y fujimorista. Es pues esa alianza antipartidos que sostiene a Martín Vizcarra, cuyo programa mínimo y máximo es encarcelar primero a Keiko Fujimori y luego a Alan García.

HUESO Y CARNE

A eso se limita su “lucha anticorrupción”, es decir a los aportes de Odebrecht a los partidos, que no suma ni diez millones de dólares, y al caso mediano de la línea 1 del tren eléctrico de Lima porque ahí está García. Es decir se han centrado en el hueso y no en la carne (que está en los sobornos y la sobrevaluación de los megaproyectos), con tal de tener circo mediático y “muertos en la hoguera anticorrupción”.

SOBREVALUACIONES

Y es que en lo más grave en lo político del caso Odebrecht, como son los sobornos a expresidentes y altos funcionarios, donde debe estar la friolera de más de 200 millones de dólares, lo disimulan. Solo el affaire del ladronzuelo Toledo y algo de PPK no lo pueden ocultar. Pero más grave que esto, económicamente hablando, son las sobrevaluaciones de más de 30 proyectos donde debe estar de por medio unos 17 mil millones de dólares. Vean pues la diferencia de montos. “Es la economía, estúpidos”, como decía un asesor de Clinton.

YA ES TARDE

Luis Enrique Alvizuri, un buen analista, tiene una visión parecida. Él nos ha recordado hace poco que una de las únicas salidas de Martín Vizcarra para no ir preso, esto por ser parte del ‘Club de la Construcción’, por la estafa de Chinchero y la salida artera del excontralor de la República, es el cierre del Congreso. Con esto, añade, volvería a su fuerte: “luchar contra la oposición calificándola de corrupción". Pero ya es tarde. Martincito, por más que sus encuestadoras lleven agua por ese molino, ya no tiene fuerza.

ALIANZA PERVERSA

Vizcarra utiliza a los “antis” dándoles lo que ellos quieren (las cabezas de sus enemigos, vale decir Keiko y Alan) y los “antis” utilizan a Vizcarra prestándole su apoyo para todo. Es una alianza perversa, dice Alvizuri, “puesto que se trata de un sector de la izquierda (los caviares) con un sector de la derecha de PPK (Vizcarra) unidos contra el fujimorismo y el aprismo”.

POBRES PULPINES

¿Honestidad, limpieza, amor al Perú? “Nada de eso: política pura, lucha por el poder, sumatoria de intereses. ¿Quiénes quedan como los tontos útiles? Los pobres pulpines, los únicos que juran que se está luchando contra la corrupción cuando en realidad solo se trata de una guerra entre mafias”, advierte en su red de Facebook.

CÓMPLICES EN EL DELITO

“Y de los medios [de la concentración mediática] ya no hay más que decir: nadie los acusa, nadie les reclama por qué durante más de 30 años jamás sospecharon nada raro en el caso Lava Jato [este diario fue la solitaria excepción] y tuvo que ser EE.UU. el que lo destapara todo. Pero a pesar de que la respuesta es obvia (porque eran cómplices en el delito) ahora figuran como los ‘intocables’, lo ‘puros y limpios’ que ‘por amor a la verdad y la justicia’ hacen su trabajo”, remata este observador.

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