A ELICE LE DICEN MUERTO VIVIENTE
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Quienes conocen a José Elice se quejan del tremendo daño que le ha hecho Francisco Sagasti al designarlo como ministro del Interior. Él era un hombre sencillo, acostumbrado a servir con dedicación a sus jefes. También cultivaba el cuerpo y los músculos y se daba tiempo para pasear en bicicleta a su perrita. Todo era felicidad hasta que a Sagasti no le quedó otra que nombrarlo ministro. Desde entonces cambia de humor como de mascarilla. Lo peor es que nadie le hace caso en el ministerio, donde lo llaman muerto viviente. No sean maleados.
FRONTALES E IMPERTURBABLES
Lo que el país ha visto en las últimas horas no es propio de un ministro. José Elice pierde la calma con gran facilidad, esto ante preguntas fáciles de esquivar o dignas de una respuesta inteligente. Verlo responder agitándose y en forma torpe nos hace extrañar la ironía de un ‘Vitocho’ García Belaunde, la frontalidad de un Mauricio Mulder o la cabeza de ese pescado frío e imperturbable que es Juan Sheput.
LES ATERRA…
¿Por qué no reconoce que este Gobierno es del Partido Morado? Esta es la pregunta que eriza a los ministros del Gobierno morado, en especial al fosforito Elice, como se ha visto en los berrinches que armó este martes con la periodista Milagros Leiva y antes con el bravo Christian Hudtwalcker. Les causa terror que les enrrostren que el Partido Morado se levanta al país, en peso, en la totalidad de las reparticiones públicas. Y en especial donde las remuneraciones son jugosas.
FERIA DE EMPLEOS
Para muestra un botón. En el Banco de la Nación hay una feria de empleos para los morados y caviares, que es única y que se enlaza con el MEF, como veremos después. En el departamento de Reclamos habían ingresado hasta la semana pasada 21 morados o caviares. A Banca de Desarrollo e Inclusión entraron 27 recomendados. Esa es la lógica en todas las áreas.
NUEVOS JALES
Es más, entre los nuevos “jales” tenemos a Aura Ludeña Trinidad en la Oficialía de Cumplimiento; en Relaciones Institucionales, Heidi Grossmann Castillo. En la Oficialía de prevención de lavado de activos, Aída Arbañil Huamán. El nuevo gerente de Control Institucional es Marco Argandoña Dueñas, en la Central de Administración han colocado a Juan Flores Saona; en Auditoría Interna a José Mateu Bullón, en RR.HH. a Juan Flores Saona; para Planeamiento y Desarrollo llegó Óscar Pinedo Meza; Logística está ahora al mando de Francisco Sánchez Moreno.
“INCLUSIÓN FINANCIERA”
Mención aparte merece la caviar y ahora morada Liliana Casafranca Díaz, proveniente, como otros y otras (usemos su lenguaje “inclusivo”), del MEF. Doña Liliana se marketea como experta en desarrollo de política y regulación financiera, con énfasis en la inclusión financiera y mipymes. No olvidemos que esta genia de la “inclusión” era parte del grupo viajero de la buena para nada María Antonieta Alva; muy allegada además a la viceministra de Hacienda, Rossana Polastri, e íntima de José Olivares Canchari, otro ex vice de la “rock star” de la naufragada economía peruana.
PROGRE Y FEMINISTA
Es graciosa la repartija que orquestan desde este grupete del MEF que es una suerte de pulpo en la tecnoburocracia que abarca Cofide, Fonafe (¿verdad, Lorena Masías?), Banco de la Nación, Sedapal, Agrobanco, etc. Para estos no hay cuarentena sino solo amiguismo, ahora de color morado. Por eso es que en reemplazo del funcionario Pietro Malfitano, banquero de larga data y ex BBVA, ingresó una “asesora” progre y feminista, Marjorie Effio, quien trabajó en la ONPE como gerente de imagen institucional. Asimismo, el nuevo gerente de Banca de Desarrollo e Inclusión es Luis Matías Sternberg Peruggia...
SIN RUBOR
Lo curioso es que este ejército de locadores y nuevos funcionarios está llenando, sin rubor alguno, los puestos de trabajo de quienes ahora, precisamente por la covid-19, hacen trabajo remoto. Su estrategia es quedarse y entornillarse en el banco, previa demanda laboral, para lo cual hay abogados expertos en este tipo de mañas.
Tampoco ocultan sus intenciones políticas. Dicen que como morados que son, buscan aplazar las elecciones, a la espera de que su líder Julio Guzmán suba en las encuestas y esté en la capacidad de pasar a segunda vuelta para enfrentar a Keiko Fujmori, a quien cualquiera le gana en la segunda vuelta, aseguran entre risas. Ajá.
MORADOS DE VERGÜENZA
Y las vacunas no llegaron en enero y parece que tampoco llegarán en febrero. Ya nada sorprende en ese mundillo de la frivolidad y la incompetencia al que pertenece la estirpe izquierdosa que nos gobierna. Y la premier Bermúdez, con un estilo que era parte del ADN de Martín Vizcarra, se lava olímpicamente las manos echándole la culpa a la línea aérea de que no vendrá la vacuna. Uno se pondría morado de vergüenza.
¿Y EL ACUERDO NACIONAL?
Y a todo esto alguien sabe qué es del Acuerdo nacional, ese paraíso de parásitos muy bien remunerados por nuestros impuestos que no hace absolutamente nada. Al frente del Acuerdo está Max Hernández, otrora socio de Francisco Sagasti y gran amigo de él desde Tavistok. Por lo visto está dedicado a disfrutar de los placeres del verano que otorga a los empleados públicos el trabajo a distancia.
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