Fiscaloco José Domingo Pérez busca venganza de nuevo
Fiscal ahora busca arremeter contra partido naranja.
Como es típico en las personas frustradas, el polémico José Domingo Pérez aprovecha el pánico para jalar agua a su molino públicamente. Ahora se le ha ocurrido pedir copia oficial de los chats que se han usado contra Patricia Benavides, para él usarlos contra Fuerza Popular.
Seguro lo veremos con su cuento de que la “fuerza de choque” que lo “amenazó de muerte” y que le “robó” una laptop, estaba en combinación con la Fiscalía de la Nación para bloquear las investigaciones por lavado. ¿Bloquear? Bloquear es lo que han venido haciendo con la difusión del acuerdo con Odebrecht.
Pacto tácito
Esta es una historia que no quisiéramos contarla, pero los acontecimientos nos obligan a escribirla. Cualquier parecido con la realidad solo es una mera coincidencia.
Desde comienzos de este año era evidente un pacto –no sabemos si tácito o expreso– entre el Gobierno de la dupla Boluarte-Otárola, el Congreso y el Ministerio Público. Se supone que no harían olas desmedidas con tal de llegar, juntos, hasta el 2026.
“Filósofo” filtrador
En el ínterin, Alberto Otárola, demasiado sensible a temas como la investigación sobre los muertos en las algaradas violentas posteriores al golpe fallido de Pedro Castillo, es informado que la Fiscalía de la Nación ha avanzado demasiado en este megaexpediente.
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A ellos se suma, según fuentes de la misma PCM, que el premier ya estaba harto de las filtraciones de sus llamadas “visitadoras” a quienes les habría dado trabajos bien remunerados. Y Otárola ubica que es el “Filósofo” Jaime Villanueva, entonces asesor de la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, el que estaría filtrando insumos sobre sus ‘amiguis’.
“Operación Armani”
Claro que Otárola había enviado a un emisario suyo a Patricia Benavides con pedidos obvios, sin ser escuchado.
En ese momento si hubo algún pacto, obviamente se resquebraja, lo que se hizo público cuando, a la salida del dominical Panorama, le envía un mensaje nada cifrado al “Filósofo” y al día siguiente este sujeto ya estaba detenido en la llamada “Operación Valkiria” u “Operación Armani”, según sea la prisma con que se mire.
El estratego
Estas son pinceladas de la pequeña política, pero la gran política –en términos gramscianos– iba por dentro y tenía un nombre clave: el caso Fujimori. ¿Cómo así? Hay dos fuentes que, para el caso, no son imaginarias, sino reales: Augusto Thorndike y Carlos Cabanillas León, periodistas ambos.
Por diferentes caminos han llegado a la misma conclusión: que la salida de Fujimori de la cárcel de la Diroes se negoció en los más altos niveles, siendo Otárola el estratego, según el primero.
Los temores del premier
Junto a Otárola hubo “una obediente parlamentaria albertista”, que sería Martha Moyano, la que negoció con el hombre del Ejecutivo la cabeza de la fiscal Patricia Benavides.
Aparte del caso Fujimori, estaban los temores de Otárola no solo de los muertos post 7 de diciembre de 2022, sino unos seis vIdeos que lo relacionaban con sus “visitadoras”.
Uyuyuiii. ¿Todo esto es cierto? Aparte de los muchachos de Harvey Colchado de Marita Barreto, ¿quiénes habrían participado en todo esto?
¿Rubén Vargas?
Algo ya reseñamos en nuestra edición del 30 de noviembre de este año. Hubo un exministro del Interior de desempeño efímero, Rubén Vargas, del clan caviar de los Basombrío, cerebros fundacionales de la Diviac, quien apadrinó o fue el nexo entre la topo del Congreso –que entregó los chats– y Otárola. Bingo.
De esa forma se le daba un golpe letal a Patricia Benavides y el gobierno se mantenía impertérrito y aceptaba la correcta –dicho sea de paso– aplicación del indulto del expresidente PPK en favor de Alberto Fujimori que validó el Tribunal Constitucional.
Gerontocracia caviar
Llegado a este punto el problema se ha salido del control de los iniciadores del complot contra Benavides, que tuvieron como aliados perfectos a las caviares de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) y revivió a cadáveres tipo Zoraida Ávalos, Pablo Sánchez y la gerontocracia de la JNJ encabezada por Inés Tello de Ñecco, que debe la única funcionaria que trabaja en la administración pública prácticamente con sus 80 años a cuestas.
De dónde pecata mía
El complot, dicho sea de paso, de seguro contó con el apoyo de fiscales clave como Luz Taquire, del equipo Lava Jato de Rafael Vela, entre otras que es preferible no mencionarlas por ahora. Mejor poner una reflexión de nuestros lectores: “¿De dónde saca tanta información una periodista por cierto muy funcional a intereses de sus patrones en El Comercio?
La señora tiene un hermano general de brigada EP quien fuera dos años jefe de inteligencia del Ejército. (Esos puestos nunca se abandonan) y tiene además un hermano Fiscal Superior que sabemos ahora perfectamente para qué lado patea y de dónde corre tanta info supuestamente reservada, aparte de lo que entrega Harvey Colchado”.
Sin comentarios.
Amenaza a fiscal
A todo esto, la cereza de la torta la ha puesto Augusto Thorndike al poner en evidencia en Willax los chats que nunca publica la concentración mediática, la misma que resalta algunas noticias y esconde otras, como en los famosos chats de Gustavo Gorriti, factótum de la ONG IDL, que dice con claridad que este habría amenazado al actual fiscal de la Nación Juan Carlos Villena que ha reemplazado al transitorio Pablo Sánchez. ¿Qué les parece?
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