Ministro de Justicia huele a premier

Para los fans del ministro de Justicia Eduardo Arana este alto funcionario ya huele a premier. ¿Qué cosa? ¿No es que el escogido era el excanciller Javier González-Olaechea o el hueleguiso Morgan Quero? Resulta que los rumores del cambio de varios ministros –5 para unos y 7 para otros- ya ronda en forma demasiado insistente desde fines de la semana pasada.

Pero es difícil, entendemos, hacer cambios en las cercanías del Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC), que en esta capital tendrá lugar entre el domingo 10 noviembre de 2024 y el sábado 16 del mismo. Pero en política nada es imposible.

¿Recién se da cuenta?

Después de haber medrado y vivido a costa del delincuente Alejandro Toledo, después de haber hecho negocios con él, como en América TV, recién ayer la concentración mediática los sacó en sus portadas. Y a la mala en el caso de El Comercio, diario vetusto que recién se da cuenta que la “entraña deshonesta” del chakano había sido una revelación paulatina.

Incredulidad y repulsión

Como los negocios y la publicidad iban por delante, sobre todo, mediante la nave madrina de Odebrecht en tierras peruanas, que era la constructora Graña y Montero, claro que esos business con los cariocas los cegaban para no ver con claridad lo que ahora llaman “el descenso moral al que fuimos asistiendo a lo largo de los años con incredulidad y repulsión” a Toledo, editorializaron ayer sobre su “sano y sagrado”.

Factor Gorriti

Acostumbrados como estaban en esa concentración mediática de convivir con Toledo y su entorno mientras recibían millones y millones de soles en mermelada, práctica que se reprodujo con creces en los años de más ímpetu en el humalato que gobernó entre el 2011 y el 2016, ahora le hacen ascos y vergüenza de quien fue su amamantador, con el grupo judío que lo secuestró, encabezado por Gorriti.

Lavanderos de banderas

Eran los viejos y viejas lavanderas de banderas, como la también candidata a formalizar su situación de delincuente, Susana Villarán, junto a Mónica Sánchez y otras “artistas”, apoyando hasta el delirio —con la tropilla de artistas de medio pelo— a Alejandro Celestino Toledo Manrique, el paticheco que les había hecho creer a los peruanos que él era un hombre Harvard producto de un error estadístico de nuestra realidad nacional.

No era de Harvard

No era el hombre Harvard como lo marketeaban sus áulicos, sino que allí solo había pisado como un alumno visitante. Nada más. Tampoco era el economista que también le había hecho creer a la idiotez nacional. En Stanford (no en Harvard) no había estudiado Economía, sino gestión en materia educativa. Es decir, algo así como un técnico en gestión de escuelas. Pero de la noche a la mañana apareció como economista inscrito en el Colegio de Economistas de Lima.

Robo en Palacio

¿Puede usted imaginarse, amigo lector, que robaron un equipo en Palacio de Gobierno? Se trataba de un microondas portátil. ¿Cómo así salió de los dominios palaciegos este aparato? El jefe de prensa, el veterano Jean Pajuelo, ha culpado a la gente de mantenimiento. Cuidado que este tipo de movidas desestabilizan a este tipo de funcionarios. Para mayores señas, la denuncia está en la comisaría de Alfonso Ugarte, provocando la risa de los policías.

Asaltos en el Mindef

¿Ya no hay ningún sitio libre de delincuentes y salteadores en la capital? Nos dicen que del mismo Campo de Marte salen los facinerosos para asaltar a los empleados del Ministerio de Defensa que salen del edificio de la FAP, ubicado en la avenida de la Peruanidad. Señor ministro Walter Astudillo, tome el toro por las astas.

¿Narcos en Atalaya?

A propósito del sector Defensa, han empezado a llegar desde la zona de Atalaya, Ucayali, porque los territorios de las comunidades nativas, sobre todo los espacios de selva virgen están siendo invadidos en forma recurrente por gente que viene de los valles del VRAEM, en especial del Cusco. Es por eso que con fecha 22 de octubre de este año ingresó a mesa de partes del Mindefun pedido para que la base naval que está ubicada en Atalaya ayude a impedir el avance de invasores contra las tierras nativas. Hasta Lima llegó el dirigente Juan Águila Cabezas, con el propósito de alertar a las autoridades de esas trapacerías, al parecer del narcotráfico.

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