Alcalde de Pataz denunció que jóvenes atacaron a ronderos que lo acompañaron: tomó tajante decisión sobre marcha del miércoles 15 de octubre
Carlos Mariños rechazó la violencia de 'manifestantes' que en un inicio lo apoyaron.
El alcalde de Pataz, Carlos Mariños, condenó los actos de violencia que afectaron a los ronderos que lo acompañaron durante su llegada a la Plaza San Martín, en el centro de Lima, y anunció que no participará en la marcha convocada para el próximo 15 de octubre.
La autoridad edil aseguró que su visita a la capital tenía fines de diálogo y que las agresiones desvirtúan el propósito de construir un país en paz.
“Rechazo la violencia, si realmente quieren construir un nuevo Perú, tiene que ser en paz”, expresó Mariños, tras confirmar que sus acompañantes fueron atacados por un grupo de jóvenes cuando se desplazaban por la céntrica plaza limeña.
Según su versión, la delegación llegó desde Pataz con la intención de promover la firma del Pacto Social y solicitar la instalación de una mesa de diálogo nacional, donde se aborden los principales problemas del país.
El burgomaestre lamentó que la agresión, promovida por un sector de jóvenes que inicialmente lo veía como un líder, empañe una jornada que debía representar el encuentro entre pueblos rurales y ciudadanos de la capital.
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“No marcharé porque han agredido a mis hermanos ronderos. Nosotros vinimos en paz, no para pelear”, declaró. También recordó que su gestión busca visibilizar las demandas del interior, entre ellas, la construcción de un hospital provincial y el asfaltado de las vías que conectan Pataz con otras regiones.
Mariños reafirmó su compromiso con las vías pacíficas y con el ejemplo de líderes que defendieron el diálogo como herramienta de cambio. “Soy seguidor de Mahatma Gandhi, no me gusta la violencia, la rechazo en todos sus extremos”, dijo.
En esa línea, instó al Gobierno a cumplir el compromiso de instalar la mesa de diálogo este 14 de octubre, instancia que debe abordar la redistribución equitativa de la riqueza, la justicia social y la seguridad ciudadana.
Alcalde de Pataz pide por los pueblos olvidados
El alcalde sostuvo que la violencia no representa a los verdaderos peruanos que anhelan cambios profundos sin recurrir al enfrentamiento. “No es justo que quienes venimos desde tan lejos para exigir justicia seamos recibidos con golpes. Los pueblos olvidados también merecen respeto y ser escuchados”, señaló.
Finalmente, Mariños aclaró que su decisión de no asistir a la marcha no implica desinterés ni renuncia a las causas sociales, sino coherencia con su mensaje de paz. “Si se incumple lo que se acuerde en la mesa de diálogo, recorreré el país pidiendo que se vayan todos”, advirtió.
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