América Latina reclama por tradición, reforma y libertad, afirma Miklos Lukacs de Pereny

Miklos Lukacs de Pereny (Lima, 1975) es un académico peruano especializado en filosofía política, biopolítica y filosofía de la tecnología. Fue el primer intelectual hispanoamericano en introducir la variable científico-tecnológica al debate público de la región y a popularizar el pensamiento conservador. Cuenta con un PhD en Políticas de Ciencia y Tecnologia por la Universidad de Manchester en el Reino Unido y es Profesor Principal de Ciencia y Tecnologia de la Universidad de San Martín de Porres en Lima, Perú.

¿Cuál es la radiografía política de América Latina?

Hay desconfianza generalizada, justificada y profunda de los sistemas y procesos electorales en la mayoría de países de nuestra región. Ni EE.UU. se libra, especialmente después de la insólita elección de Joe Biden en 2020. Al hedor a fraude en las elecciones en Perú de 2021 y Guatemala en 2023 se suman las cuestionadas victorias del condenado por corrupción Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil 2022, del muy limitado Gabriel Boric en Chile 2022 y del exterrorista Gustavo Petro en Colombia 2022.

Por otro lado, el catastrófico legado de la organización criminal kirchnerista en Argentina y el fervor popular generado por Javier Milei hacían inviable su continuidad en el poder, mientras que la reelección de Nayib Bukele en El Salvador se debe a su exitoso programa de pacificación interna. Este año también es muy importante para países como Panamá, Uruguay y República Dominicana, México y Venezuela. En México, la reciente elección de Claudia Sheinbaum, una mujer entregada a la agenda del progresismo globalista, plantea un futuro incierto para la soberanía de ese país, mientras que el proceso electoral en Venezuela solo servirá para legitimar la dictadura socialista bolivariana mediante la participación de una oposición bastante laxa y cada vez más acostumbrada al continuismo de Maduro.

¿Cómo ve el desempeño de las encuestadoras?

La desconfianza generalizada en los sistemas electorales de estos y otros países de la región nos ha conducido a una grave crisis de legitimidad, representatividad e hiperfragmentacion política. La contribución fundamental que las delincuenciales encuestadoras y medios de prensa sometidos a o coludidos con los poderes de turno han aportado a la génesis y agravamiento de esta crisis de desconfianza. Las diferencias entre los resultados electorales que proyectan versus los resultados finales son tan abismales que solo pueden entenderse como meros instrumentos de manipulación de preferencias y construcción y posicionamiento de narrativas políticas que favorecen a las agendas del progresismo internacional.

¿Cuáles son los líderes políticos con mayor trascendencia en América Latina?

Son Javier Milei y Nayib Bukele, ambos ubicados a la derecha del eje político tradicional. Milei apela más al sentimiento y las emociones, mientras que Bukele es menos extrovertido y prefiere exhibir los resultados de su gestión, especialmente el éxito de sus políticas contra el pandillaje. Milei es de la cantera liberal-paleolibertaria, mientras que Bukele tuvo un pasado político vinculado a la izquierda de su país, pero hoy se inclina más hacia posiciones conservadoras. A pesar de estas diferencias, ambos se han posicionado políticamente como voces críticas del progresismo globalista. Ambos adoptan claras posturas contra el aborto, la ideología de género, la agenda LGBTQPZ+, el feminismo radical y el alarmismo climático.

El gran discurso de Milei en el Foro Económico Mundial en Davos en enero es un claro ejemplo de ese posicionamiento. Ambos también adoptan una postura soberanista pero sin caer en nacionalismos exacerbados; la inversión extranjera directa es bienvenida en sus países pero sin abandonar, por lo menos desde lo discursivo, el derecho a la autodeterminación. La gestión de Milei en el plano económico también debe ser resaltada, especialmente después del desastre hiperinflacionario heredado del kirchnerismo. Ambos incorporan elementos religiosos en sus discursos y cuentan con el apoyo mayoritario de los jóvenes en sus respectivos países.

¿Lula, Evo Morales y Nicolás Maduro son referentes de la política latinoamericana?

Mientras que Milei y Bukele son percibidos de manera positiva, especialmente entre los jóvenes, los principales referentes de la izquierda política tradicional como Lula, Evo y Maduro son percibidos de manera negativa. Esta percepción negativa también afecta a Gabriel Boric en Chile y Gustavo Petro en Colombia. No es difícil entender por qué. Lula da Silva es un sujeto sentenciado y condenado por corrupción por el caso Lava Jato. No es una opinión, es un hecho.

En el caso de Morales, su protagonismo e influencia política han disminuido desde que dejó la presidencia –cargo al que quería atornillarse inconstitucionalmente – y hoy no deja de aprovechar cada ocasión para atacar al actual presidente, Luis Arce, a quien el mismo presentó y promovió.

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En cuanto a Maduro, las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela, solo servirán para legitimar su ampliamente repudiada dictadura con la complicidad de una oposición cada vez más necesitada de nuevos rostros e ideas.

Finalmente, después del segundo rechazo propinado por los chilenos a su propuesta de nueva constitución, la imagen de Boric también anda por los suelos, mientras Petro, quien también insiste en cambiar la constitución en Colombia, ha visto su gestión cargada de escándalos y desaciertos. Las imágenes en las que se le ve de la mano, de manera muy cariñosa, con un transexual en Panamá no ayudarán a mejorar su desgastada imagen pública.

¿Qué lugar ocupa Milei?

Es la figura política con mayor alcance e impacto internacional de nuestra región. Su lenguaje frontal, simple y combativo inspira a jóvenes dentro y fuera de la Argentina y su arenga “Viva la libertad, carajo” ya es parte del imaginario político popular.  Si bien su discurso es generalmente reduccionista y economicista, este le alcanza para conectar con sus millones de seguidores en Argentina, América y Europa, especialmente en España, a quienes no les importa tanto qué es lo que dice sino quién y cómo lo dice.

¿Vivimos en un péndulo entre izquierda y derecha?

Esto amerita una respuesta en dos planos. El primer plano es desde la praxis política en la cual la dicotomía izquierda-derecha aún sigue siendo útil en términos políticos y electorales ya que permite al ciudadano ubicarse hacia la izquierda pro Estado, colectivo y justicia o hacia la derecha pro mercado, individuo y libertad. Es una dicotomía básica que también aporta un compás moral asociado a los valores promovidos desde cada lado del eje.

El segundo plano es más complejo porque demanda ir más allá de los principios políticos y económicos esenciales antes mencionados para adentrarse en variables culturales y antropológicas.

Desde esta perspectiva, el cambio tecnológico juega un rol esencial en la reconfiguración del eje político tradicional. En este eje emergente, las posiciones se dividen entre un progresismo que buscar redefinir y reconfigurar al ser humano mediante las agendas transgénero e ideologías aún marginales como el transhumanismo versus aquella que busca preservar la naturaleza y condición humanas subvirtiendo el desarrollo tecnológico al bienestar del ser humano.

Denos ejemplos de esto...

Podemos encontrar a comunistas, liberales clásicos, y especialmente conservadores, rechazando y combatiendo la ideología de género y la agenda trans, que no son otra cosa que la redefinición del ser humano mediante innumerables autopercepciones, y por otro lado a comunistas, socialistas, liberales y libertarios promoviendo estas agendas que redefinen al ser humano –como ejemplos se me vienen a la mente conceptos como ‘persona embarazada’ y ‘mujer trans’–  y su posterior reconfiguración mediante terapias de hormonización en niños, adolescentes y jóvenes o mediante cirugías extremas como mastectomías, faloplastias y vaginoplastias. Es una pugna entre posiciones progresistas y bioconservadoras en la cual los criterios más importantes de posicionamiento no son de corte económico o político, sino cultural y antropológico.

En ese contexto, ¿cómo es visto el Perú?

Las agendas progresistas, representadas por el omnipresente arcoíris, que hoy se imponen en el Perú también se buscan imponer en el resto del hemisferio occidental, impulsadas por organismos multilaterales, gobiernos nacionales, medios de prensa, universidades, ONG, grandes y medianas empresas y fundaciones culturales que son ampliamente rechazadas por las mayorías.

El punto de partida es el alarmismo climático por el cual se justifica la reducción de la población por distintos medios –aborto, promoción de comportamientos homosexuales no conducentes a la procreación, satanización de la heterosexualidad, especialmente la masculina, desincentivos al matrimonio entre hombres y mujeres y destrucción de la familia tradicional, entre otros– para evitar que nuestro planeta colapse por la depredación de sus recursos, y según sus proponentes y activistas, el inminente aumento de temperaturas. De esta manera, se presenta a la humanidad como una plaga predatoria y destructiva cuya multiplicación plantea un riesgo existencial para todos los ecosistema planetarios que debe ser controlada a toda costa. Para que la plaga no se multiplique, será un imperativo moral reducirla.

Dina Boluarte se ha allanado a esta agenda. El Perú adhirió a la Declaración de Asunción, documento final de la 54ª Asamblea General de la OEA, que incorpora conceptos, ideas y políticas relacionadas con el aborto, la ideología de género, el feminismo radical y el medioambientalismo.

¿Cómo afectarán las elecciones en Venezuela y EE.UU.?

Las elecciones en Venezuela no tendrán mayor impacto político, pero sí podrían continuar teniendo un enorme impacto sociocultural y económico debido a la inmigración descontrolada de venezolanos en nuestro país. La Superintendencia Nacional de Migraciones estima que su número supera el millón y medio de personas, entre las cuáles se encuentran personas pertenecientes a organizaciones criminales de alcance internacional.

Con respecto a los EE.UU., el impacto será mucho mayor. De repetirse un gobierno demócrata, no sabemos si Joe Biden continuará en la carrera electoral hasta noviembre, su creciente endeudamiento público debido a un exacerbado asistencialismo, podrían derivar en una fuerte recesión doméstica que contagiaría al mundo entero.

Siendo EE.UU. el segundo socio comercial del Perú, las consecuencias económicas para nuestro país serían profundas y nos llevarían inmediatamente a una fuerte recesión. No se puede ignorar que el negativo impacto a nivel sociocultural que 4 años más de políticas progresistas promovidas por los demócratas tendrían sobre  el Perú. Con Donald Trump, estos riesgos y amenazas serían mucho menores.

¿Qué significa para el Perú tener dos expresidentes presos (Toledo y Castillo), así como un expresidente como Alberto Fujimori, que podría volver a prisión?

Que todos los expresidentes estén involucrados o hayan sido involucrados en corrupción dice mucho y mal de nuestro compás moral como nación, pero no se puede negar la infame politización del Poder Judicial y el Ministerio Público, infiltrados y controlados desde el 2001 por la organización criminal caviar compuesta por sicarios judiciales, políticos, mediáticos que han profesionalizado y legalizado su corrupción. Con respecto al presidente Fujimori, el infame y abusivo ajusticiamiento político y mediático al que fue sometido desde su extradición desde Chile en septiembre de 2007, ha servido para convertirlo a él y al fujimorismo en chivos expiatorios de la corrupción. Los peruanos no queremos más corrupción y exigimos duro castigo para quienes incurran en estos deleznables actos. Sin embargo, ajusticiamiento no es justicia.

Mientras los organismos administradores de justicia sigan bajo control de la criminal caviarada, el Perú seguirá siendo el reino de la persecución para sus enemigos políticos y de la impunidad para sus cómplices y socios.

¿Cómo observa usted la identificación que viene logrando Antauro Humala en el sur peruano?

Me sorprende que muchos analistas políticos subestimen la inteligencia de un Antauro Humala. Es un personaje muy hábil políticamente hablando, que sabe llegar a la gente, especialmente a las que pertenecen a sectores socioeconómicos rurales y urbanos más desfavorecidos –por eso su gran respaldo en el sur del país– con discursos emocionales y propuestas radicales. Apela a la decepción, frustración y cólera de millones de peruanos afectados por la corrupción, falta de empleo, inseguridad y pésimos servicios públicos para incrementar su caudal electoral de cara al proceso electoral en 2026. Su radicalismo plantea una amenaza real para la estabilidad del país que no será contenida si las respuestas de sus adversarios políticos se reducen a ataques personales.

¿Algún líder puede hacer retroceder a la izquierda peruana?

El peruano promedio aún sigue identificando a Fuerza Popular como la principal fuerza de oposición de la izquierda. Sin embargo, esa posición puede ser tomada por otros partidos de derecha –especialmente por Renovación Popular– si el fujimorismo insiste en la indefinición y el pactismo o si surge un candidato política y mediáticamente más hábil y frontal que Keiko Fujimori para las elecciones de 2026. Avanza País experimenta un sano proceso de transformación ideológico-política, y siempre es una buena noticia que partidos históricos como el PPC resurjan, sobre todo si expectoran a caviares de derecha como Marisol Pérez Tello que tanto daño le hicieron al partido y al país, pero no creo que aún cuenten con los liderazgos y cuadros necesarios para cumplir ese rol.

La mejor oposición a la izquierda, hoy representada y liderada por Antauro Humala, sería un gran frente conformado por estos partidos que cuestionen y desacrediten su discurso antisistema apelando no solo a argumentos, sino también a emociones.

Miklos Lukacs de Pereny sobre Keiko Fujimori

¿Keiko Fujimori puede ser presidenta del Perú?

No lo descarto, pero veo bastante difícil que Keiko Fujimori sea presidente del Perú. Más allá del hedor a fraude, especialmente en las elecciones de 2016 y 2021, su figura se asocia a la derrota y eso constituye un pasivo político enorme de cara a las próximas elecciones. Será vital para sus chances el rol que jugará su padre en la campaña.

Algunos vocean a Alberto Fujimori como candidato a la presidencia, pero más allá de nostalgias y deseos, esta opción me parece inviable y contraproducente para el desempeño de los naranjas en la contienda electoral.

¿Qué puede aportar Alberto Fujimori a su hija Keiko en la campaña electoral?

Lo mejor que puede aportar Alberto Fujimori a Keiko es su gran experiencia política y su irreemplazable liderazgo unificador dentro del fujimorismo. Exponerlo a una desgastante campaña política como candidato, ya sea a la presidencia o al Senado, sería inhumano. Finalmente, tampoco se debe descartar qué camino tomará la nueva solicitud de extradición desde Chile.

Grandes exponentes del pensamiento conservador

Hábleme del evento del 11, 12 y 13 de julio donde usted se presentará como expositor.

‘Tradición, Reforma y Libertad’ es el evento de capacitación sobre pensamiento conservador más importante organizado en el Perú. Está dirigido a empresarios, representantes políticos, académicos y público en general interesados en entender qué es el conservadurismo sin caer en simplismos y estigmatizaciones.

El evento cuenta con el auspicio de The European Conservative, la revista conservadora más importante de Europa, y Canal B. Contaremos con la participación de grandes exponentes conservadores a nivel internacional como el Rodrigo Ballester, Ministro Consejero del Ministerio de Cultura e Innovación de Hungría, Alvino Mario Fantini, editor en jefe de The European Conservative y la reconocida politóloga chilena Vanessa Kaiser. Representando al Perú estaremos Francisco Tudela, Fernán Altuve y yo.

Durante el evento que se desarrollará en el Hotel BTH en San Borja, tocaremos temas como fundamentos del pensamiento conservador, estética y conservadurismo, Agenda 2030 y la crítica conservadora, el nacionalismo conservador de Hungría, el pensamiento conservador en el contexto geopolítica mundial actual y el conservadurismo en el Perú. Es un evento que cambiará la forma en la que los asistentes conciben y entienden el conservadurismo.

Este evento no tiene afiliación partidaria alguna y tampoco es un evento de proselitismo político. Es un programa completo de capacitación en filosofía y casuística política que le permitirá a los asistentes comprender el conservadurismo, y por extensión, comprender mejor el Perú. Las personas interesadas pueden llamar al 969-838-474 para conocer más sobre el programa y cómo participar en el. Están todos cordialmente bienvenidos. Las inscripciones son hasta el miércoles 10 de julio.

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