Digna Calle con un pie fuera del Congreso por conchuda

Digna Calle parece haber olvidado a los 52,282 electores que votaron por ella para que los represente en el Congreso de la República. Hablando coloquialmente, se ha zurrado en aquellos peruanos que creyeron en sus promesas de campaña.

En enero de este año pidió licencia para viajar a Estados Unidos y desde entonces nadie ha vuelto a verle la cara por el hemiciclo; a veces despacha y hasta osa votar de manera virtual, pero de su labor parlamentaria no hay mayores vestigios.

Por el contrario, hace algunos días el programa Cuarto Poder reveló que la parlamentaria de Podemos Perú se dedica a la compra-venta de casas en su nuevo país de residencia, función que estaría impedida de cumplir de acuerdo al artículo 20 del actual reglamento del Poder Legislativo.

Este artículo señala que, durante el ejercicio del mandato parlamentario, los congresistas están prohibidos:

a) De desempeñar cualquier cargo o ejercer cualquier profesión u oficio, durante las horas de funcionamiento del Congreso.

b) De adquirir acciones o aceptar cargos o representaciones en las empresas señaladas en los incisos b) y c) del artículo 19 precedente.

c) De intervenir en favor de terceros en causas pendientes de resolución ante el Poder Judicial.

d) De integrar la Comisión de Fiscalización y Contraloría, Comisión de Ética Parlamentaria y la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales de la Comisión Permanente, así como otras comisiones ordinarias que actúen en ejercicio de su función fiscalizadora, cuando se encuentren comprendidos en procesos penales dolosos en los cuales la Corte Suprema de Justicia de la República ha solicitado el levantamiento de su inmunidad parlamentaria.

Queda claro que desde el inciso a) del artículo 20, Calle Lobatón ya está transgrediendo la ley que rige en el Legislativo.

Congresista fantasma

Un reciente informe publicado por el portal Ojo Público (ojo-publico.com) detalla que la congresista con más solicitudes de licencias sin goce de haber es Digna Calle, quien ni bien ocupó un escaño en el Parlamento solicitó “permiso” por 18 días (del 29 de julio al 15 de agosto de 2021). Luego, presentó 10 solicitudes por un total de 72 días.

Pero hay más: la congresista suma seis licencias personales que totalizan 47 días, todas de este año, entre febrero-mayo: siete días de febrero, 10 días en marzo, mientras que en abril pidió 30 días (del 3 de abril al 2 de mayo del 2023).

Así, Calle Lobatón suma varias semanas de licencias entre los dos periodos legislativos. En la sustentación no consignó detalles, solo figura “licencia personal” y “licencia sin goce de haber por motivos personales”.

Vale precisar que en junio de este año, antes de ser elegido presidente de la Mesa Directiva, Alejandro Soto (Alianza Para el Progreso), presentó un proyecto ley para modificar el artículo 22 del reglamento, con el fin de fijar que la licencia sin goce de haber se dé como máximo por un plazo de siete días.

En el ítem “Derechos Funcionales” el artículo 22 precisa que los congresistas tienen derecho a: Solicitar licencia oficial para ejercer las funciones a que se refiere el segundo párrafo del artículo 92 de la Constitución Política, y licencia por enfermedad o viaje oficial.

En el caso de licencia por enfermedad, y previa sustentación documentada cuando sea por más de siete días, se otorgará con goce de haber; en el caso de licencia por viaje particular, se decidirá según la evaluación que se realice sobre los motivos o la utilidad del viaje en beneficio del Congreso o del país. En otros supuestos no previstos decidirá la Mesa Directiva.

Está en la calle

En el colmo de la desfachatez, Digna Calle envió el 26 de julio pasado un documento al entonces presidente del Congreso, José Williams, solicitando una ampliación de su licencia por dos meses, pedido que fue rechazado por los miembros de la nueva Mesa Directiva que ahora encabeza Alejandro Soto.

En esa línea, la tercera vicepresidenta del Parlamento, Rosselli Amuruz, recordó que lleva más de 200 días fuera del país. “Esto es un total desprecio a la función pública y a los electores. Su ausencia genera un perjuicio económico al Estado y afecta la imagen del Congreso”, indicó.

Precisamente Rosselli Amuruz (Avanza País) y Kelly Portalatino (Perú Libre) han presentado dos denuncias constitucionales contra Digna Calle por el abandono de sus funciones.

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Por otro lado, ni siquiera sus compañeros de bancada mantienen comunicación con ella. Kira Alcarraz dijo sentirse “decepcionada” con la actitud de su colega Digna Calle ya que “se supone que la primera función que hace un congresista es representar a esa población que ha votado y confiado”.

En tanto, el vocero de la bancada de Podemos Perú, José Luna, señaló que su colega retornará a Perú en la primera semana de setiembre, y consideró que ella deberá explicar por qué ha solicitado licencia desde hace seis meses.

En declaraciones a la prensa, el parlamentario señaló que esta situación (el pedir licencia por grandes periodos de tiempo) se ha dado antes y recomendó que se modifique el reglamento del Poder Legislativo a fin de evitar que se siga incurriendo en licencias tan prolongadas.

“Opino que no está bien y que debemos modificar el reglamento y cortar esto para que no siga ocurriendo”, indicó Luna.

¿Digna Dignidad?

Toda esta situación ha desatado una ola de críticas y opiniones que apuntan en una sola dirección: el desafuero de la “congresista fantasma”. Jorge Montoya, vocero de Renovación Popular, fue implacable en su opinión: “Para mí (la solución es) desaforarla, y creo que no se necesitan más pruebas que las ya existentes. Es una persona que se está burlando de su electorado. Vive en Estados Unidos cómodamente y no le interesa qué suceda acá. Sin embargo, está haciendo uso de los beneficios del Congreso, tiene personal contratado y se está gastando plata en ella. Esto debería pasar a Pleno, someterlo a una moción y desaforarla”, manifestó.

Mientras que el vocero de Alianza Para el Progreso, Eduardo Salhuana, afirmó que no existen congresistas virtuales y que desde el exterior no se puede representar a nadie. Dijo que respaldarán las acusaciones constitucionales para que sea retirada e ingrese su accesitario.

Pero nada de lo que viene ocurriendo parece afectar a Calle, cuyo despacho sigue operando mientras ella vive en EE.UU. Latina TV pudo corroborar que 7 profesionales trabajan en la oficina de la representante de Podemos y afirmó que, entre ellos, se encuentra el asesor principal que recibe una remuneración mínima de S/8,096.

Mientras el asesor dos, percibe un mínimo de S/6,541; además de dos técnicos reciben un aproximado de S/4,275 cada uno. También labora un coordinador que gana S/1,473. Dos asistentes que cobran la suma de S/1,823 cada uno.

En total, se realiza pagos de 22 mil 208 soles a los trabajadores del despacho de la congresista de manera mensual. Ya imaginará usted de dónde sale el dinero para pagar estos sueldos. De nuestro bolsillo.

Reina inmobiliaria

Según el reportaje de Cuarto Poder, Digna Calle y su esposo, el regidor de Lima Metropolitana, Aron Espinoza, compraron cuatro propiedades en los Estados Unidos desde el 2021. La legisladora vive en Miami, Florida, desde enero de este año.

El inmueble en que viven Calle Lobatón y sus hijos tiene 280 metros cuadrados y está ubicado en Loxahatchee Grove, y tuvo un costo de US$ 875 mil. Fue adquirida en agosto de 2022 por Dafi and Company, empresa de la legisladora y su esposo.

En 2021, la pareja compró una casa en Palm Beach por un valor de US$ 680 mil. Este inmueble que cuenta con cuatro habitaciones, tres baños, una piscina y está ubicado frente a un lago, aunque fue vendido en enero del año pasado por US$ 690 mil.

También se encontró que Calle y Espinoza compraron otra propiedad, por US$ 850 mil en septiembre de 2021. Esta tenía 811 metros cuadrados y estaba en Cedar Grove, Wellington. No obstante, fue vendida a US$ 900 mil a una pareja de los EE.UU. Finalmente, en marzo de 2022, Espinoza compró un lote multifamiliar por US$ 450 mil.

Ajustes necesarios

Ciertos especialistas precisan que algunos legisladores están sacando provecho de las licencias que se dieron para poder despachar y trabajar de manera remota a consecuencia de la pandemia de la covid-19, pero de eso ya ha pasado mucho tiempo. En esa línea, el exmagistrado del Tribunal Constitucional, Óscar Urviola, indicó que la legislación necesita ser ajustada a la realidad actual.

“Significa una desnaturalización de las herramientas que da la virtualidad. Creo que el Parlamento, cuando se adaptó a las reglas que nos impuso la covid-19 en el país, lamentablemente permitieron situaciones bastantes laxas especialmente con las licencias y las formas de votación que se deben corregir. Hoy el Congreso está en la obligación de modificar su reglamento, que tiene la categoría de ley orgánica. Es algo que debemos remedir y buscar la salida para que la señora Digna Calle se digne a regresar y no esté en la calle”, expresó el extribuno.

Urviola recordó que los legisladores no pueden renunciar al cargo, debido a que se trata de un mandato legislativo según la Constitución.

“El cargo de congresista es un mandato de representación. Entonces la Constitución establece la prohibición de renuncia al mandato legislativo, no dice del puesto. Esto también nos permite la posibilidad de una modificación constitucional para que se pueda dimitir. La legislación necesita una serie de ajustes”, añadió.

A su turno, el ex oficial mayor del Congreso, César Delgado Guembes, aclaró que la congresista Calle perdería parte de sus remuneraciones si no regresa al Perú para cumplir sus funciones parlamentarias, luego de permanecer más de medio año en Estados Unidos.

En declaraciones para EXPRESO, Delgado Guembes explicó que no existen plazos para el retorno de la cuestionada congresista.

También señaló que el Consejo Directivo del Congreso debe notificar a Calle Lobatón el rechazo de la licencia de 60 días sin goce de haber que solicitó a la anterior Mesa Directiva presidida por el congresista José Williams.

“Primero tiene que notificarse la denegatoria de la licencia concedida, a partir de ese momento ya estaría obligada a concurrir a las sesiones presenciales que no tienen como alternativa la sesión mixta, ni remota. Si se le notifica, no regresa, y prefiere mantenerse en condición de congresista sin licencia, sin justificación válida para no sesionar de manera presencial, lo único que existiría de carácter punitivo por ahora es el descuento del 50% de sus remuneraciones”, dijo.

Analizando fríamente el panorama y a la luz de las evidencias, el futuro de Digna parece ser la calle.

Por Martín Rodríguez 

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