Es necesario adelantar las elecciones generales
La historia nos enseña que los periodos presidenciales de cuatro años han sido los de mayor estabilidad.
Cuando un país se encuentra en crisis y ante la falta de consistencia de su sistema de gobierno que lleve a buen fin un periodo para el que se le eligió, la única alternativa viable es el adelanto de elecciones generales.
Ocurrió en el Perú hace 19 años cuando Alberto Fujimori interrumpió su mandato ante las evidentes hechos de corrupción descubiertos en su gobierno que, inclusive, se llegó a cuestionar la legitimidad de su administración. Todo culminó en el adelanto de las elecciones generales involucrando al Congreso, cuando aún faltaba mucho más de cuatro años para acabar su periodo.
En ese momento nadie creyó que el Presidente iba a renunciar, y ante la debacle del régimen fujimorista asumió Valentín Paniagua, quien desde su asunción como Presidente respetó todos los plazos establecidos por ley y cumplió con entregar el poder a su sucesor dentro de un proceso electoral totalmente transparente. Todo un ejemplo de transición.
Fujimori renunció desde el extranjero a solo meses de haber iniciado su nuevo periodo presidencial. Años después, el 23 de marzo de 2018 el presidente elegido, Pedro Pablo Kuczynski, renuncia a su cargo al comprobarse un negociado de votos a su favor para impedir que se le vaque y paralelamente otorgar indulto al ex presidente Alberto Fujimori que venía cumpliendo su condena en un establecimiento penal.
En los casos de Fernando de la Rúa (Argentina) y Fernando Collor de Mello (Brasil) fueron mandatarios que renunciaron a sus cargos, mientras que Abdalá Bucaram (Ecuador), Carlos Andrés Pérez (Venezuela) y Fernando Lugo (Paraguay) fueron destituidos; y todos ellos dejaban a sus respectivos países sumidos en una gran crisis económica, política y social.
NUESTRA HISTORIA
El 4 de febrero de 1914 el Congreso peruano destituye al Presidente de República Guillermo Billinghurst, y asume posteriormente el coronel Oscar R. Benavides en defensa del Congreso que siguió en funciones.
En estos antecedentes históricos, las elecciones generales no se adelantaron –salvo la crisis creada por Fujimori- porque sus parlamentos estaban sólidos, y con partidos políticos muy fortalecidos, es decir no se daban las fragmentaciones de las bancadas como hoy vemos con frecuencia.
Todo ello difiere de nuestra realidad, ante los pocos partidos políticos realmente considerados como tales, ya que hoy las nuevas organizaciones políticas agrupan personas sin ningún tipo de cohesión ideológica, y su finalidad es alcanzar el poder, sorprendiendo al pueblo ya sea con dádivas o shows mediáticos.
Veamos otros antecedentes. En 1863 murió el Presidente Miguel San Román y lo sucedió su vicepresidente Juan Antonio Pezet, pero al estar este fuera del Perú, interinamente asumió la jefatura del Estado el general Pedro Diez Canseco, quien entregó el poder a Pezet, asumiendo plenamente este último sus funciones de Presidente.
Ante el conflicto con España el general Diez Canseco y el coronel Prado conducen una revolución que depone a Pezet y es Diez Canseco quien asume la Presidencia, pero ante la presión de Prado y sus adeptos que exigían la dictadura, Diez Canseco dimite del cargo porque no estaba de acuerdo con asumir la dirección del país violentando la Constitución.
EL DESGASTE
En nuestra historia constitucional vemos que los periodos presidenciales que han durado cuatro años han sido los de mayor estabilidad, como lo prueba la vigencia de 60 años de la Constitución de 1860.
Es en esa directriz a la que debemos volver porque se ajusta más a nuestra idiosincrasia. Los periodos presidenciales prolongados han sido los que han llevado al Perú a sus mayores crisis e inestabilidad.
Ante esta perspectiva, y ante el desgaste que se viene gestando por la ingobernabilidad, con la falta de prevención ante los desastres naturales, el abandono total del norte, y las ultimas desgracias acaecidas en el sur, creemos que es necesario adelantar las elecciones generales y un nuevo Presidente ejerza el año 2020 como lo he propuesto en un Proyecto de Reforma Constitucional; mientras llegue la fecha podemos fortalecer los Partidos Políticos para así elegir a un mandatario que conduzca realmente a nuestro país con miras a celebrar un bicentenario de nuestra independencia con tranquilidad y con mejores perspectivas a futuro, indudablemente mejor a las que tenemos hoy.
Por: Víctor Andrés García Belaunde / Congresista de la República
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