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Hernando de Soto entrevista exclusiva: Un mendigo sentado en un cable de cobre

El Perú puede tener un papel en la paz luego de la actual guerra mundial por la energía. El cobre para la electricidad será la clave. Cómo democratizar el capital en el Perú: es indispensable un acuerdo con quienes tienen el control de la tierra para ponerla en valor.

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Hernando de Soto. Borja/EXPRESO
Fecha Publicación: 20/10/2022 - 00:42
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Hernando de Soto presenta hoy en conferencia de prensa una propuesta al Perú para resolver de una vez y para siempre la traba que se halla en el centro de la economía, que impide al Perú dar el salto hacia un futuro con equidad.

Se trata del problema que causa que quienes controlan la tierra sobre los recursos naturales -especialmente el cobre, el metal clave para la economía del siglo XXI- no permiten extraerlo, con perjuicio para ellos mismos y para todos los peruanos.

No lo permiten porque no ven aún que existe un camino para acceder a una participación equitativa en el valor de esos recursos.

Consecuentemente, los toman para sí bajo explotación informal en pequeña escala, intensiva en trabajo, pero limitada en su acceso al capital para producir lo que el mercado mundial demandará en las próximas décadas.

Ese mecanismo existe. Esta es la propuesta que permite desatar el nudo para alcanzar un acuerdo equitativo -un nuevo contrato social- para destrabar y poner en valor para beneficio de todos los peruanos millones de millones de dólares en recursos mineros bajo la tierra.

EXPRESO: El Perú está paralizado mientras la clase política se pierde en el círculo vicioso de una amenaza doble: vacancia presidencial o disolución del Congreso.

HdS: Tanto la vacancia como la disolución son procesos legítimos en cualquier país democrático. No los excluyo, con tal que se siga los procedimientos y respondan a una voluntad popular. En nuestro caso, se ve claramente que ninguna de las partes tiene idea de qué hacer al respecto. Esa es la falla en el diálogo entre el Congreso y el Ejecutivo. Es un salto al vacío. La diferencia -que quiero decir en esta entrevista- es que sí tenemos una salida.

El Perú ganó la guerra contra el terrorismo, pero no ha ganado la paz hasta hoy. El conflicto ha continuado en la política y se expresa también en quienes tienen el control de la tierra y traban la extracción de los recursos. ¿Es posible acabar con la polarización?

Es posible a condición de que nos demos cuenta de que esto no tiene un arreglo lega penal, sino político. Yo no conozco de ninguna guerra o conflicto que se resuelva por el derecho penal. Pregunten a los marinos y militares que hasta hoy tienen que trabajar en su defensa frente a los tribunales para darse cuenta de que por ahí no hay solución. En todos los países la solución es política. Desde el momento en que nos demos cuenta que pasa por ahí y no por los penalistas, podremos salir.

Vamos al otro conflicto, el económico. Ese problema es el abismo entre los que tienen el control de la tierra y el capital. El proceso de formalización que el Estado inició ha fracasado.

Sí, por ejemplo, las reglas del suelo están en conflicto con las del subsuelo, se corta la inversión y nadie más va a buscar una concesión en el Perú. El monopolio del Estado sobre el subsuelo ocurre en todos los países del mundo -y quien quiera decirme que eso no ocurre en Estados Unidos está equivocado-. ¿Dónde está el contrato social posible? En la propuesta que hacemos. Consiste en que, si el Perú en los últimos 30 años ha dictado 80 mil normas, que no han tenido éxito, no solamente ha habido fracasos y la solución no está en dar más normas, sino en redescubrir dónde ha habido entendimiento y éxito para las partes. Es lo que hemos hecho para el Perú utilizando métodos que han funcionado en otros países y en el Perú mismo. En el fondo es bien sencillo, aunque llegar a la solución ha tomado años.

En primer lugar, identificar no solamente aquellas normas que le permiten al Estado peruano capitalizar a los sectores menos pudientes, sino las normas que el Estado puede hacer cumplir. De nada sirve un código que nadie puede hacer cumplir. El segundo es encontrar a los que permiten que localmente las normas sean cumplibles. Sin una sola norma nueva, inscribirlas en un código sencillo. Lo tenemos no solamente codificado, sino que lo vamos a poner en blockchain para todo el Perú.

¿El objetivo es entonces llevar los activos en manos del pueblo a los mercados financieros globales incluso pasando por encima de la fallida formalización del Estado?

Es absolutamente cierto. Una gran parte del problema de las empresas extranjeras, por ejemplo, es tratar con los dueños de la superficie.

Formalizarlos es un trabajo de filigrana de nunca terminar, que pasa por siete estudios peruanos y catorce en Nueva York, en lugar de hacerlo todo de un solo trazo. En otras palabras, la formalización funciona en el Perú todos los días, pero, en lugar de gramo por gramo, vamos a hacer las cosas al por mayor.

¿Cómo se consigue la decisión política necesaria para eso? Circula la versión de que Ud. prepara nuevamente una candidatura presidencial. Es una novedad en la vida política peruana.

Estamos, efectivamente, construyendo un aparato conceptual y legal que nos permite juntar a varios partidos. Es la razón por la que he renunciado a Avanza País, para poder liderar la coalición, no un partido. Cada partido tiene un electorado distinto. Espero llegar con una coalición a los distintos electorados. No pretendo que un partido o una persona pueda tener todas las visiones o lentes necesarios para las decisiones que permitan gobernar.

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