La libertad de Vizcarra: el derecho a sospechar
Ninguno de los peces gordos “investigados” por los fiscales Vela, Pérez y Juárez está en prisión.
POR UMBERTO JARA
Las conductas sucesivas y constantes de ciertos personajes otorgan el derecho a la sospecha. En mi caso, sospecho de los fiscales del Caso Lava Jato a quienes un sector de la prensa engríe porque inventaron el canje más reprobable: filtrar información reservada a cambio de elogios.
Para evitar la sensación de agravio, lo diré en el lenguaje barroco, churrigueresco, adornado que usa el fiscal Rafael Vela Barba: “El vocablo sospecha, no se utiliza en su acepción vulgar de meras corazonadas sin sustento objetivo, sino, en un sentido técnico-procesal; es decir, como un estado de conocimiento que tiende a aumentar conforme precluye cada etapa procesal”.
Reparemos en las bases para sospechar: ninguno de los peces gordos “investigados” por los fiscales Lava Jato —Vela, Pérez, Juárez— está en prisión. Todos los que ingresaron a prisión preventiva, luego del show mediático, salieron pronto. Ninguno de los investigados principales, a pesar de los años transcurridos, ha sido llevado a proceso porque las estrellas cuasi rockeras de la fiscalía no acaban sus investigaciones.
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