Perú-Ecuador: un solo pueblo cuando triunfa la diplomacia
Ambos países conmemorarán los 25 años de los Acuerdos de Paz de Brasilia. En 1998 se puso fin a cinco décadas de diferencias limítrofes entre las dos naciones.
El Perú surge a la vida independiente el 28 de julio de 1821 por la voluntad de los pueblos que concurrieron a su constitución inicial, mientras Ecuador lo hizo ocho años más tarde, el 13 de mayo de 1830, al separarse las Provincias del Sur de la Gran Colombia.
En 1831 se establecieron relaciones diplomáticas y el 12 de julio de 1832 firmaron un Tratado de 17 artículos acordando que hasta la celebración de un “convenio de límites se reconocerán y respetarán los actuales”.
En nuestro caso, y para referirnos específicamente a las áreas que posteriormente reclamaría Ecuador, los habitantes de Tumbes juraron la independencia el 7 de enero de 1821; Jaén, el 4 y 5 de julio de ese año; y Maynas el 20 de julio y 1 de agosto. Es decir, esos espacios geográficos, por decisión soberana de sus ciudadanos, formaron parte del Perú desde que nos constituimos en república, y antes que naciera el Ecuador.
El acta de brasilia
Después de 170 años de enfrentamientos políticos, diplomáticos y militares, que provocaron la muerte de centenares de soldados y civiles, cuantiosas destrucciones materiales y grandes gastos en armamentos, el 26 de octubre de 1998, Perú y Ecuador suscribieron el Acta de Brasilia, que fijó, de manera definitiva, los límites entre las dos naciones.
A nombre de nuestro país suscribieron el documento el presidente Alberto Fujimori y su canciller Fernando de Trazegnies; del lado ecuatoriano lo hicieron el mandatario Jamil Mahuad y el canciller José Ayala Lasso.
Este trascendental acuerdo tuvo tres particularidades:
La primera, contar con el aval de los jefes de Estado de Argentina, Carlos Saúl Menem; Brasil, Fernando Henrique Cardozo; Chile, Eduardo Frei Ruiz-Tagle y del representante del presidente de Estados Unidos, Thomas E. McLarty III.
La segunda, que en mayo de 1998 los expertos acreditados por los países garantes emitieron sus pareceres técnico-jurídicos, pronunciándose en el sentido de que la línea divisoria debía estar en las altas cumbres de la cordillera del Cóndor, dando fin, así, a dos reclamos de nuestros vecinos del norte: la inejecutabilidad parcial del Protocolo de Río de Janeiro por la supuesta inexistencia del divisor de aguas entre los ríos Santiago y Zamora y la exigencia de una salida soberana al Marañón-Amazonas.
Y un tercer elemento innovador fue que ambos congresos aprobaron otorgar facultades arbitrales y de cumplimiento obligatorio a los garantes, comprometiéndose a ratificar lo que estos resolvieran.
Luz verde del Congreso
En ese marco, el 16 de octubre de 1998 el Congreso del Perú dio su consentimiento al pacto vinculante con 87 votos a favor, 26 en contra y una abstención y en la misma fecha lo hizo Ecuador, con 96 votos a favor, 21 en contra y dos abstenciones.
Culminó, así una larga y compleja negociación de varios años y con los resultados conocidos gracias al buen trabajo diplomático desplegado por los funcionarios de ambas cancillerías y porque se puso en práctica la llamada “diplomacia presidencial”; es decir, el involucramiento directo de los mandatarios Fujimori-Mahuad en las tratativas.
El Acta de Brasilia representa la culminación del proceso de conversaciones sustantivas previsto en la Declaración de Paz de Itamaraty del 17 de febrero de 1995, que confirma el fin de las hostilidades, poniendo fin, “en forma global y definitiva, las discrepancias entre las dos Repúblicas”.
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El Tratado no sólo fijó los límites definitivos, sino que incorporó acuerdos sobre Comercio y Navegación, Integración Fronteriza, Desarrollo y Vecindad, entre otros aspectos.
En este contexto, debemos destacar la actuación del canciller Eduardo Ferrero, que dirigió la construcción de esa fina arquitectura diplomática y renunció porque no estaba de acuerdo con la entrega de un kilómetro en Tiwinza; una destacada posición principista que lo honra.
Así, con marchas y contramarchas, culminó décadas de controversias y enfrentamientos bélicos.
Enfrentamientos pasados
Los más relevantes ocurrieron en diciembre de 1941, que concluyó con la firma del Protocolo de Río de Janeiro, el 29 de enero de 1942, que tuvo como garantes a las repúblicas de Chile, Brasil, Argentina y Estados Unidos.
Lamentablemente el pacto no pudo implementarse en toda su extensión porque cuando restaban solo 78 kilómetros para culminar el proceso demarcatorio en una frontera común de 1,529 kilómetros, el gobierno de Quito retiró su delegación, truncando ese trabajo.
Luego, en 1981, se produjo el conflicto militar denominado “Falso Paquisha” y en 1995 otro enfrentamiento en el Alto Cenepa, ambos por reclamos limítrofes.
Lo anterior es pasado, porque ahora no solo hay un acuerdo bilateral sólido, sino que su cumplimiento ha traído prosperidad a los pueblos del Perú y Ecuador.
En 1998, año que se suscribió el Acuerdo de Brasilia, las exportaciones del Perú a Ecuador ascendían a US $166 millones y las importaciones a US $138 millones, cifra que fue elevándose significativamente; el 2021 las exportaciones superaron mil millones de dólares y las importaciones US $618 millones; un notable incremento cercano al 800%.
Otra estadística interesante es que entre 1990-1999 la balanza comercial ascendió a US$1,896 y en el periodo 2010-2019 escaló a US $23,231 millones.
De otro lado, un informe del 20 de diciembre del 2021, preparado por la Cámara de Comercio e Integración Ecuatoriana-Peruana (Camepe) registra que el comercio en Huaquillas, un cantón de treinta kilómetros, fue US$ 475 millones y en otras aduanas aéreas y marítimas alcanzó US$ 654 millones.
Por su parte, la viceministra de Promoción de las Exportaciones de Ecuador, Lorena Konanz, destacó que 1719 empresas peruanas se han registrado en su país y han invertido, agregando que Ecuador, a su vez, tiene inscritas 100 empresas en el Perú, que han invertido US$ 161 millones.
Más aún, están en curso inversiones nacionales en el país vecino del orden de US $278 millones, que crearán más de 1,300 puestos de trabajo.
Soplan buenos vientos
Asimismo, los jefes de Estado y Consejos de Ministros se han reunido trece veces desde que se instalaron en el 2017 para concertar políticas comunes e impulsar el desarrollo económico y social, especialmente en la zona de frontera, afirmado al mismo tiempo una relación humana indispensable para disolver cualquier resquemor o desconfianza del pasado.
El resultado de esa concertación ha sido la puesta en marcha de cinco grandes ejes viales de 942 kilómetros de carreteras nuevas o mejoradas, con una interconexión de 2177 kilómetros de longitud y una inversión superior a los US$ 500 millones.
Sin duda es gratificante observar que en áreas donde antes había batallones militares, tanques y cañones, hoy han sido reemplazados por postas médicas, escuelas y modernas vías de comunicación.
Perú y Ecuador forman parte de la Comunidad Andina de Naciones y a través de este mecanismo integrador se ha vigorizado “el comercio en condiciones de equidad, beneficio mutuo y apoyo a los entendimientos empresariales de ambos países”, acordando la liberación progresiva de aranceles de 100% de productos originarios.
A 25 años de la firma del Acuerdo de Brasilia, el diario EXPRESO, fundado hace 62 años, saluda a nuestros hermanos ecuatorianos, con quienes estamos unidos por historia, raza, religión, idioma y costumbres ancestrales. Tenemos, además, desafíos comunes, entre otros hacer frente al narcotráfico, crimen organizado, tráfico ilegal de personas y a sectores extremistas que pretenden socavar las bases republicanas de nuestras sociedades, que sustentan la democracia, la libertad y el Estado constitucional de derecho.
Dina y Lasso subscriben importantes convenios
La presidenta Dina Boluarte y el mandatario ecuatoriano Guillermo Lasso participaron en la ceremonia de suscripción de las notas revérsales sobre la ampliación de la vigencia del Plan Binacional de Desarrollo de la Región Fronteriza Perú-Ecuador.
Posteriormente, suscribieron el reglamento del acuerdo que establece la Comisión Binacional para la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos de las Cuencas Hidrográficas
Por último, Guillermo Lasso fue condecorado con la orden El Sol del Perú, en el grado de Gran Collar, otorgada por Boluarte en Palacio de Gobierno. Tras condecorarlo, señaló: “Cuente usted con la amistad del Perú y del pueblo peruano, y de mi Gobierno, que tampoco ha sido fácil, pero acá estamos firmes, dignos y unidos”.
Por Luis Gonzales Posada
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