Rafael Belaúnde Llosa: «Gobierno es como un pato rengo que no promueve la inversión»
Una cuarta candidatura de Keiko Fujimori estaría destinada al fracaso. Si no pudo ganarle a Pedro Castillo, difícilmente le va a ganar a alguien, advierte.
Diferentes figuras políticas de Fuerza Popular, como Luis Galarreta o Hernando Guerra García, han salido a decir que Keiko Fujimori es la mejor candidata que puede tener el Perú para la Presidencia, deslizando que podría postular en las elecciones del 2026. ¿Es viable después de haber perdido tres veces consecutivas?
Está en su derecho de postular todas las veces que quiera, pero mi opinión es que una cuarta candidatura de Keiko Fujimori estaría destinada al fracaso. Me parece que, si no pudo ganarle a Pedro Castillo, difícilmente le va a ganar a alguien. Yo creo que Pedro Castillo era lo más parecido a tener a un subversivo, inútil, incompetente y ladrón de candidato, pero ni aun así le ganó. Una profunda reflexión es necesaria para que el fujimorismo entienda que su principal colaboración sería ser parte de la solución de los problemas y no ahondar en ellos.
¿Cree que debe haber un candidato de consenso para el 2026?
Eso es muy difícil de prever, pero yo creo que, hacia el 2026, tendría que producirse un regreso a posiciones más sensatas y menos sectarias. Los extremos que dominaron el espectro electoral en la última elección no van a tener la misma fuerza ni protagonismo. Y para eso hay una explicación porque el Perú estuvo golpeado con la pandemia, que fue un flagelo muy severo, y, cuando la gente está enojada, tiende a refugiarse en los extremos. Yo confío en que este nuevo proceso electoral promoverá la aparición de propuestas que concilien un poco de lo bueno de todo, sin sectarismo ni fanatismo, con, claro que sí, un mensaje político claro y teniendo la honestidad como insignia.
Y nos referimos al 2026 porque ya está claro que no habrá adelanto de elecciones, ¿no?
Se tiraron abajo la posibilidad de hacer un adelanto ordenado y con reformas para el 2024, y todo hace indicar que no habrá ningún adelanto, y el periodo constitucional, que termina en 2026, se va a cumplir. En rigor, es lo correspondería porque los periodos son de 5 años y la señora Boluarte ha llegado a la Presidencia mediante una sucesión legítima, constitucional y legal. Lo penoso es que vamos a tener varios años de esta parálisis, de este Gobierno inoperante que no tiene realmente nada que ofrecer para el desarrollo del Perú.
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No es la cleptocracia o el filosenderismo de Pedro Castillo, creo que estamos varios peldaños arriba de ese pozo séptico que padecimos, pero igual el gobierno de la señora Boluarte está muy lejos de ofrecerle al Perú lo que el pueblo requiere para recuperar la senda del progreso y desarrollo.
Parece que se acabó la luna de miel entre el Ejecutivo y el fujimorismo, porque Keiko Fujimori ha salido a exigir cambios en diferentes ministerios, como el de Salud. ¿Cree que se ha roto este pacto tácito?
No, yo creo que los congresistas no van a hacer nada que ponga en riesgo su permanencia en sus curules y sus jugosas quincenas. El resto son puros fuegos artificiales y estarán tratando de distanciarse de Dina Boluarte, porque, conforme ese barco empiece a hacer más agua, todos van a saltar de él.
¿Cuáles ministros que deberían abandonar el cargo?
El tema no pasa tanto por los ministros, al final, el camino lo da el mandatario. Quien preside el Gobierno debe tener una idea de a dónde quiere encaminar el Perú. La señora Dina Boluarte fue ministra de todos los gabinetes de Castillo y, poco antes de las elecciones, estaba tomándose fotos con Vladimir Cerrón y Castillo frente a la estatua de José Carlos Mariátegui. No se puede esperar más de este Gobierno de lo que está ofreciendo. Evidentemente, sería deseable contar con ministros que estén más vinculados con promover las inversiones y el crecimiento, pero nada de esto va a ocurrir porque este Gobierno es muy frágil, políticamente muy débil.
¿Qué podemos esperar de Boluarte si, en Davos, acusó a las empresas mineras de contaminar el medio ambiente?
La señora está llena de contradicciones. La legitimidad de su ascenso al poder está fuera de toda duda, el tema es que ella no tiene una idea con la cual hacer soñar a los peruanos. Este Gobierno es como un pato rengo, porque no hay forma que persuada y promueva la inversión. Hemos visto que las proyecciones de crecimiento han bajado de 3.5% a 2.5% y ahora a 2.4%, según el MEF, pero cualquier analista serio duda de que sea ni siquiera 2%. Entonces, el Perú terminará creciendo 1.8% y eso, para todo fin práctico, es decrecer.
Si el Perú se encuentra menos mal que otros países de la región es, fundamentalmente, por la minería, pero ya nos desplazó el Congo como los segundos principales exportadores de cobre en el mundo.
El Perú tiene la ventaja, que no tienen otros países, que parte del presupuesto del Estado y del dinamismo de la economía se explique por la actividad minera. Y se explica por la actividad minera porque hay minas que operan y todavía tienen una vida útil larga, pero la verdad de las cosas es que ninguno de los proyectos que estaba en cartera se ha ejecutado, y la exploración minera está muy venida a menos. Entonces, lo que va a ocurrir es que nuestra producción no va a crecer. Si esto sigue así, en 20 años la producción de cobre del Perú va a ser la mitad y no solo será Congo el que nos va a pasar. El Perú sin cobre es un país que va a tener muchos menos ingresos fiscales y una actividad económica mucho más deteriorada.
Es iluso, entonces, pensar que este Gobierno pueda destrabar el proyecto Tía María.
Es iluso y es imposible porque se necesita un mandato claro, se necesita un respaldo popular claro y una bancada congresal compacta y coherente. Y se necesita un mensaje a la población, que tiene que visualizar los beneficios de la minería, pero, mientras el canon se malgaste o no se gaste, va a ser muy difícil promover la minería.
Pasando a otro tema, el Congreso intentó aprobar la bicameralidad entre gallos y medianoche. ¿Usted cree que se buscó con ello aprobar una reelección encubierta?
Yo estoy a favor de la bicameralidad dentro de un proceso de reforma electoral. Pero esta norma la han diseñado principalmente para poder reciclarse los actuales parlamentarios en un siguiente Congreso y por eso no ha prosperado. La bicameralidad tiene que ser parte de un gran debate nacional.
¿La reelección parlamentaria no atraería a mejores profesionales?
Sí. El pueblo tiene el derecho de tener al representante que le dé la gana a través del voto. Además, el ejercicio de la actividad parlamentaria se potencia con la experiencia: tener un Parlamento con puro novel y principiante genera una serie de problemas para el país. En cambio, tener gente preparada y curtida en los avatares de la política reditúa en favor de la calidad del Parlamento.
Este Congreso está lleno de “mochasueldos”, “niños” y hasta violadores.
De ladrones y violadores, porque el que les mocha el sueldo a sus trabajadores es un ladrón, peor que los prestamistas ‘gota a gota’ o los extorsionadores anónimos. Esto es inaceptable. La política ha terminado atrayendo a lo peor de la sociedad y se tiene que dar un cambio le 180 grados pronto.
¿Cómo mejorar el nivel del Parlamento?
Por ejemplo, con los distritos uninominales o binominales, o, en todo caso, circunscripciones mucho más pequeñas, porque habría un control mucho mayor de los congresistas, que no le rinden cuentas a nadie. Por otro lado, los distritos electorales pequeños van a tender a reducir el número de partidos y estos se van a fortalecer. Todo es parte de una reforma integral.
Vayamos a su partido (Libertad Popular). ¿Usted va a postular a la Presidencia?
El partido va a participar en las elecciones de todas maneras. Yo puedo ser el candidato, pero no es la única posibilidad. Estamos abocados, primero, en estructurar un proyecto serio para ofrecer un camino para crecer y desarrollarnos también. El crecimiento económico por sí solo no va a resolver todos los problemas. Hay que poner el crecimiento en servicio de la gente, no solamente a la gente al servicio del crecimiento.
¿Cuál es el rol que ejerce Pedro Cateriano en su partido?
Él es uno de los fundadores, es una de las personas que impulsó este emprendimiento y es el secretario de ideología de Plan de Gobierno.
¿Si bien Cateriano apoyó a Keiko Fujimori en la segunda vuelta frente a Castillo, no cree que su antialanismo le juegue en contra?
Bueno, en política siempre vamos a tener admiradores, seguidores y detractores. Yo, por ejemplo, también apoyé a Keiko Fujimori en la segunda vuelta frente a Pedro Castillo, porque no había otra opción. No había dudas de que Castillo era una amenaza para la democracia y lo cumplió el 7 de diciembre con el discurso del golpe de Estado. Pedro Cateriano es una de las personas que está empujando este emprendimiento y hay tanto en juego por el futuro del Perú que lo principal es lograr consensos programáticos para las reformas urgentes que se tienen que hacer.
Por Aaron Salomón
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