A raíz de la bravuconada de Gustavo Petro: Entiéndalo presidente de Colombia, Santa Rosa es territorio peruano
Tratado no puede ser modificado sino por mutuo consentimiento de las partes o por decisión de la justicia internacional.
El Protocolo de Río de Janeiro o Protocolo de Amistad y Cooperación entre la República de Colombia y la República del Perú fue un acuerdo suscrito el 24 de mayo de 1934 —hace más de 91 años—, con el objeto de terminar, de una vez por todas, la guerra entre Colombia y nuestro país y finiquitar contundentemente el conflicto limítrofe.
La disputa entre Colombia y nuestro país por la soberanía de la cuenca del Amazonas se remonta a la época de la Independencia, en donde la Gran Colombia se enfrentó en una guerra con nuestra patria por una controversia limítrofe en la zona de Tumbes, Jaén y Maynas. El Tratado de Guayaquil puso fin a la campaña militar, pero, gracias a la posterior disolución de la Gran Colombia, no tuvo cumplimiento. Por ese motivo, la cuestión limítrofe quedó subsistente.
Las negociaciones entre ambos países datan de 1894; las zonas en litigio entre Colombia y el Perú eran las cuencas del Caquetá y el Putumayo. Los intentos de colonización de ambos países desembocaron en choques armados, siendo el más recordado el de La Pedrera, en 1911.
En 1922 se llegó a un acuerdo directo en Lima, obra de los plenipotenciarios Fabio Lozano Torrijos (Colombia) y Alberto Salomón Osorio (Perú).
Se señaló como límite el río Putumayo, excepto en una franja conocida como trapecio amazónico, bajo soberanía de Colombia, en donde la línea de frontera entre Perú y Colombia queda acordada, convenida y fijada en los términos siguientes:
“Desde el punto en que el meridiano de la boca del río Cuhimbé en el Putumayo corta al río San Miguel o Sucumbíos, sube por ese mismo meridiano hasta dicha boca del Cuhimbé; de allí por el río Putumayo hasta la confluencia del río Yaguas; sigue por una línea recta que de esta confluencia va al río Atacuari en el Amazonas y de allí por el río Amazonas hasta el límite entre Perú y Brasil establecido en el Tratado Perú-Brasileño de 23 de octubre de 1851”.
MÁS INFORMACIÓN: CADE 2025: Javier Milei visitará al Perú para compartir sus avances como presidente de Argentina
El primero de septiembre de 1932, un grupo de ciudadanos peruanos de Loreto irrumpieron en Leticia para reclamarla como peruana, expulsando a las autoridades colombianas y enviándolas al Brasil. Este acto fue el origen de la guerra colombo-peruana. Los enfrentamientos se sucedieron a lo largo del río Putumayo y el trapecio amazónico, recordándose choques como el Combate de Tarapacá (1933), del 14 de febrero, y el 26 de marzo de 1933, el Combate de Güepí.
Ya para el 23 de mayo de 1933 se firmó en Ginebra el acuerdo diplomático que ponía fin a las acciones militares. El ejército peruano desocupó Leticia un mes después, al igual que el ejército de Colombia devolvía Güepí al Perú.
La mediación del canciller brasileño fue fundamental para que ambas partes llegaran a un acuerdo en Río de Janeiro. Los puntos divergentes entre las dos partes se fueron liquidando, hasta que en mayo de 1934 se llegó a un acuerdo definitivo. El Protocolo de Amistad y Cooperación entre la República de Colombia y la República del Perú fue firmado el 24 de mayo de 1934, ratificando el Tratado Salomón-Lozano, aún hoy en día vigente y aceptado por ambas partes.
El Tratado de Límites de 24 de marzo de 1922, ratificado el 23 de enero de 1928, constituye uno de los vínculos jurídicos que unen a Colombia y al Perú, y no podrá ser modificado o afectado sino por mutuo consentimiento de las partes o por decisión de la justicia internacional.
En conclusión, firme y soberana, el punto de Santa Rosa es territorio peruano, soberanía absoluta. No debe quedarle la menor duda a nadie.
Más sobre Perú y Colombia
Mira más contenidos en Facebook, X, Instagram, LinkedIn, YouTube, TikTok y en nuestros canales de difusión de WhatsApp y de Telegram para recibir las noticias del momento.
