Vladimir Cerrón vs. experulibristas: traiciones, insultos y acusaciones
Las redes sociales se convirtieron en el nuevo frente de batalla de la izquierda peruana.
La izquierda peruana atraviesa un periodo de fractura interna que expone la debilidad estructural de sus principales actores. En un nuevo episodio de confrontación política, el fundador de Perú Libre, Vladimir Cerrón, arremetió contra sus excompañeros de bancada a quienes calificó como “tránsfugas” y “oportunistas”, desatando una tormenta política que refleja el colapso del proyecto que alguna vez alcanzó el poder en 2021.
Cerrón, prófugo de la justicia y activo en redes sociales, se refirió de forma despectiva a legisladores como Margot Palacios, Jaime Quito y Alex Flores, a quienes acusó de haber traicionado al partido que los llevó al Congreso.
"Los tránsfugas debieran tener la decencia de callarse porque el partido los sacó de la indigencia", escribió, asegurando que los mecanismos corruptos del Congreso habrían convertido a sus curules en negocios particulares.
Frente a estas acusaciones, el congresista Alex Flores replicó: “Respondiendo a un cadáver político. A veces, es necesario hacer una disección de un verdadero tránsfuga político... Cerrón, hoy no es más que un fujimorista camuflado... un caviar provinciano que negoció votos para conseguir una vicepresidencia”.
La réplica encendió aún más el debate sobre el rumbo ideológico de la izquierda y dejó entrever las profundas divisiones internas.
La bancada de Perú Libre perdió fuerza considerable desde que obtuvo 37 curules en 2021. Hoy apenas mantiene a 10 legisladores, tras una cadena de renuncias encabezadas por figuras como Kelly Portalatino.
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Mientras Cerrón guarda silencio sobre algunas de estas dimisiones, centró sus críticas para aquellos que decidieron formar nuevos bloques, como la llamada Bancada Socialista dirigido por Quito.
Además, el perulibrista no perdió la oportunidad para volver a cargar contra el Bloque Magisterial, surgido tras la ruptura con el golpista Pedro Castillo.
Cerrón consideró aquella división como el inicio de la caída de Castillo, y tildó de "experimento deplorable" el intento de representación política del magisterio. “La lección aprendida es que al sindicato no se le puede pedir la consciencia, disciplina y seriedad de un partido”, escribió.
El declive del bloque cerronista también se evidencia con el destino de Betsy Chávez, exministra y exaliada de Cerrón, hoy en prisión preventiva por su rol *en el golpe de 2022. Su reemplazo en el Congreso, Isaac Mita Alanoca, juró como congresista por Perú Libre, pero sin alterar la sensación de vacío político que rodea al partido.
No obstante, la realidad evidencia que fue el propio Cerrón quien quedó aislado, abandonado incluso por quienes alguna vez se enarbolaron bajo la bandera del lápiz. En este contexto, sus críticas parecen más una señal de impotencia que de liderazgo renovado.
Mientras la izquierda perulibrista se desintegra, las acusaciones cruzadas y la disputa por la representación popular revelan que el proyecto cerronista ya no articula un frente sólido ni propone una alternativa cohesionada.
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