Además, asegura que reciben dinero para producir series y películas de calidad, pero terminan quedándose con fondos provenientes del Estado y del sector privado.
Obra de 134 páginas la editó e imprimió de su propio peculio en aquellos inciertos meses previos a las trágicas jornadas de San Juan y Miraflores de enero de 1881.