La campaña de reelección del presidente de EE.UU., Donald Trump, ha emprendido una ofensiva judicial para frenar el avance de su rival, el demócrata Joe Biden.
La orden judicial permite a los observadores de la campaña de Trump situarse a una distancia de menos de 1,8 metros (seis pies) de cualquier mesa donde se estuviera llevando a cabo el cómputo de votos, para supervisar mejor el proceso.
Durante una audiencia este jueves sobre el caso, una juez de la Corte de Reclamos de Michigan, Cynthia Stephens, adelantó que descartaría la petición de la campaña de Trump.