Tras un debate que se extendió durante tres sesiones en el Parlamento, el proyecto de ley fue aprobado con 17 votos a favor, seis votos en contra y una abstención.
La mayoría de legisladores electos pretende conservar la inmunidad parlamentaria para aspectos vinculados a su función, pues resaltan la importancia de poder fiscalizar sin peligro de persecución.
El analista político considera que la propuesta para eliminar la inmunidad parlamentaria debe tomarse con pinzas, porque se trata de mantener el equilibrio de poderes.
Ana Revilla dijo que esta prerrogativa ha sido muy negativa, pues su función era proteger a los legisladores que hacen una investigación determinada, y no blindar por delitos anteriores.
Tras un intenso debate se aprobó dictamen -que difiere de la iniciativa del Ejecutivo- con 78 votos a favor, 32 en contra y 3 abstenciones, pero tendrá que ser ratificado en un referéndum.