Digitalización ofrece herramientas poderosas para combatir el cambio climático

La transformación digital avanza a pasos agigantados en todo el mundo, impulsando la eficiencia, la innovación y el crecimiento económico. Sin embargo, detrás del brillo tecnológico, surgen preguntas urgentes sobre su impacto ambiental.

Según el Informe sobre la Economía Digital 2024 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), los centros de datos —el núcleo de la nube y la inteligencia artificial— consumen entre el 1% y el 1.5% de la electricidad mundial, una cifra que podría duplicarse en los próximos años. Además, el sector digital en su conjunto es responsable de entre el 2.1% y el 3.9% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, superando incluso a la industria de la aviación.

A esto se suma el creciente problema de los residuos electrónicos. En 2023, el mundo generó más de 62 millones de toneladas de e-waste (residuos electrónicos o basura electrónica), de las cuales menos del 20% fue reciclado adecuadamente. La rápida obsolescencia de dispositivos y la demanda de minerales raros para su fabricación agravan este impacto.

Pero no todo son malas noticias. La digitalización ofrece herramientas poderosas para combatir el cambio climático. En sectores como la agricultura y la industria, el uso de sensores inteligentes e inteligencia artificial ha permitido disminuir el consumo de agua y energía entre un 20% y un 30%.

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En este contexto, Inetum impulsa soluciones digitales que contribuyen directamente a la sostenibilidad ambiental. Por ejemplo, en el sector energético, promueve el uso de smart grids para armonizar la oferta y la demanda en tiempo real, el mantenimiento predictivo mediante equipos conectados, y plataformas digitales que optimizan la conexión entre productores y consumidores de energía. Estas soluciones permiten maximizar el uso de energías renovables, mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de carbono

“La digitalización no es sostenible por sí sola. Requiere políticas públicas, innovación responsable y una ciudadanía digitalmente consciente”, señala Fiorella Escalante, Country Manager de Inetum. En un mundo cada vez más conectado, la pregunta ya no es si debemos digitalizarnos, sino cómo hacerlo sin comprometer el futuro del planeta.

“El verdadero progreso digital no se mide solo en velocidad o capacidad, sino en su capacidad de generar un impacto positivo y duradero. La transformación digital debe ir de la mano con la sostenibilidad, integrando soluciones tecnológicas que no solo impulsen la eficiencia y la innovación, sino que también respeten los límites del planeta”.

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