Ransomware: amenaza digital que cuesta millones de dólares anuales
América Latina, en particular, atraviesa una escalada preocupante de este tipo de ciberataques.
El ransomware se ha consolidado como uno de los mayores desafíos en el mundo digital. América Latina, en particular, atraviesa una escalada preocupante de este tipo de ciberataques, que generan pérdidas millonarias y ponen en jaque la continuidad de miles de empresas.
De acuerdo con el informe “Ransomware en 2025: cómo aumentar la resiliencia en un panorama de amenazas volátil” de Akamai, el pago de rescates representa apenas el 15% del coste total de un ataque. Las pérdidas mayores provienen de la interrupción de operaciones, sanciones regulatorias, daños reputacionales y fuga de clientes. Para 2031, se estima que los daños globales ascenderán a 276.000 millones de dólares anuales, lo que equivale a 525.000 dólares por minuto.
El impacto ya es evidente: en 2024, el ransomware aumentó un 37% a nivel global y fue responsable del 44% de las filtraciones de datos. En Latinoamérica, 29% de las empresas reportaron ataques, siendo las pymes las más vulnerables.
“Latinoamérica vive una rápida transformación digital, pero esa modernización también expone vulnerabilidades que los cibercriminales aprovechan. La región se ha convertido en un objetivo clave”, explica Oswaldo Palacios, experto de Akamai.
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Otro factor que potencia este delito es el uso de criptomonedas, que permiten transacciones difíciles de rastrear en la dark web. Según el sector, las exigencias de rescate pueden variar entre cientos de miles y varios millones de dólares, dependiendo del tamaño de la organización y el nivel de extorsión (simple, doble, triple o cuádruple).
¿Pagar o no pagar?
El dilema persiste. Aunque muchos negocios se ven tentados a pagar para recuperar operaciones, la postura de los gobiernos en la región es clara: no ceder a la extorsión. El objetivo es cortar el financiamiento al crimen organizado y desalentar futuros ataques.
La tendencia confirma esta visión: el porcentaje de organizaciones que se negaron a pagar pasó del 50% en 2022 al 64% en 2024. Sin embargo, los costes de recuperación se dispararon: el gasto medio por ataque alcanzó los 2,73 millones de dólares en 2024, frente a los 1,82 millones de 2023.
Consecuencias prolongadas
Un ataque de ransomware puede paralizar la actividad de una empresa durante 21 días en promedio. A esto se suman la pérdida de confianza de los clientes, el daño a la reputación, multas por incumplimiento de normativas y, en casos extremos, el cierre definitivo de operaciones.
Estrategias de resiliencia
Para minimizar riesgos, los expertos recomiendan:
- Implementar planes integrales de continuidad de negocio.
- Realizar copias de seguridad regulares y probar su eficacia.
- Aplicar arquitecturas de seguridad Zero Trust y segmentación de red.
- Fortalecer la cadena de suministro y la supervisión de terceros.
- Realizar auditorías periódicas y mantener actualizados los protocolos de ciberseguridad.
El ransomware se ha convertido en una amenaza global tan seria como una pandemia digital. En América Latina, donde la digitalización avanza rápidamente, las empresas tienen ante sí un reto urgente: reforzar su resiliencia para sobrevivir en un entorno cada vez más hostil.
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