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La tecnología digital ha logrado que el conocimiento sea más asequible para el estudiante universitario

Fernando Flores Limo, investigador RENACYT sostiene que lo aprendido en una carrera profesional ahora puede quedar obsoleto debido a los avances científicos y tecnológicos.

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Fecha Publicación: 07/09/2025 - 07:57
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Para el Fernando Flores Limo, docente universitario, Investigador RENACYT, la tecnología como la plataforma de internet se ha convertido en un aliado muy importante para la formación permanente o estudio continuo y que, por ello; los avances científicos y tecnológicos se constituyen en herramientas clave para el avance del estudio del conocimiento en las universidades actuales.

Profesor Fernando Flores Limo, ¿cómo definiría la formación permanente en el contexto educativo?

La formación permanente, también conocida como educación continua o aprendizaje a lo largo de la vida, se puede definir como toda actividad de aprendizaje a lo largo de la vida que tiene como objetivo mejorar los conocimientos, las competencias y las aptitudes del individuo. En otras palabras, no es sólo la educación formal que recibimos en la escuela o la universidad, sino cualquier proceso —formal o informal— mediante el cual una persona sigue adquiriendo saberes, habilidades y destrezas durante todas las etapas de su vida.

¿Por qué la formación permanente es especialmente relevante en el contexto universitario actual?

En el ámbito universitario, la formación permanente es crucial porque el conocimiento evoluciona rápidamente y los estudiantes necesitan estar preparados para aprender ese proceso. Tradicionalmente, se pensaba que la universidad te daba todas las herramientas para toda la vida, pero hoy sabemos que lo aprendido en una carrera puede quedar obsoleto en pocos años debido a los avances científicos y tecnológicos.

¿Cómo contribuye el aprendizaje continuo al crecimiento personal y profesional de los estudiantes?

En el plano profesional, la formación permanente mejora la empleabilidad del estudiante: al actualizar sus competencias y conocimientos, aumenta su calidad como profesional y sus oportunidades laborales. Vivimos en una época donde adquirir nuevas habilidades puede marcar la diferencia para acceder a un empleo o para progresar en la carrera. Al mismo tiempo, en el plano personal, el aprendizaje continuo enriquece la vida. Permite que las personas desarrollen sus talentos, descubran nuevas pasiones y mantengan su mente activa, lo cual redunda en mayor bienestar y realización personal.

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En términos de empleabilidad, ¿qué relación directa existe entre el aprendizaje continuo y las oportunidades de trabajo para los egresados universitarios?

Cada vez más, las organizaciones buscan profesionales con capacidad de aprendizaje continuo y con actitud de seguir formándose. De hecho, hoy en día no importa tanto el título en sí, sino la capacidad de la persona para demostrar lo que sabe hacer y lo que es capaz de seguir aprendiendo. Muchas empresas valoran la curiosidad intelectual, la flexibilidad y la disposición para adquirir nuevos conocimientos casi por encima de otros atributos.

¿Qué papel deben jugar las universidades para fomentar esta mentalidad de aprendizaje permanente en los estudiantes?

Las universidades tienen un papel fundamental. Primero, deben cultivar una cultura de aprendizaje continuo dentro de sus campus. Esto significa que más allá de impartir conocimientos, la universidad debe motivar a los estudiantes a ser curiosos, autónomos y críticos, y a entender que su formación no termina al graduarse. ¿Cómo lograrlo? Por un lado, integrando metodologías activas que promuevan la investigación, la experimentación y la participación del alumno en su propio proceso de aprendizaje.

¿Cuáles serían los obstáculos comunes que enfrentan los estudiantes para mantener una actitud de aprendizaje continuo?

Existen varios obstáculos, tanto externos como internos. Uno muy común es la falta de tiempo; los estudiantes (y profesionales) a menudo se ven saturados por las obligaciones académicas, laborales o personales, y sienten que no tienen espacio para cursos o lecturas adicionales. Ligado a esto está la sobrecarga de trabajo o incluso la falta de recursos y materiales adecuados para seguir formándose.

Hablemos de la tecnología. ¿Qué rol juega la tecnología en este proceso de aprendizaje continuo?

La tecnología hoy es un aliado imprescindible para la formación permanente. Gracias a las herramientas digitales, el conocimiento está más accesible que nunca. Por ejemplo, los cursos en línea masivos (MOOC) son una alternativa fantástica para seguir aprendiendo a lo largo de la vida: te ofrecen acceso a educación de calidad de forma gratuita o muy asequible y con una enorme flexibilidad, permitiendo que cada quien decida qué, cuándo, dónde y cuánto aprender. Plataformas como Coursera, edX o incluso canales educativos en YouTube han democratizado el aprendizaje. Ya no importa si estás físicamente lejos de una universidad prestigiosa; con internet puedes tomar cursos de MIT, de la UNAM o de cualquier institución desde tu casa.

La tecnología digital nos acerca al conocimiento humano

En este sentido ¿la virtualidad o la internet realmente suma al aprendizaje continuo de una persona?

La tecnología facilita el aprendizaje autodirigido: aplicaciones móviles, bibliotecas digitales, podcasts, simuladores, todas estas herramientas permiten aprender a tu propio ritmo. Otro aspecto importante es la creación de comunidades virtuales de aprendizaje. Hoy un estudiante de Lima puede estar en un foro discutiendo ideas con profesionales de Madrid o Ciudad de México, compartiendo conocimientos. Y no olvidemos que la tecnología también aporta innovación pedagógica: desde sistemas adaptativos que personalizan el aprendizaje, hasta la inteligencia artificial que empieza a emplearse como tutor virtual. En definitiva, la tecnología rompe barreras de espacio y tiempo, dándole a la gente la posibilidad de formarse de manera continua a lo largo de toda la vida, a su medida.

¿Podría compartirnos algunos casos o ejemplos inspiradores que reflejen el valor de la formación permanente?

Hay muchos ejemplos que nos recuerdan que nunca es tarde ni es imposible seguir aprendiendo. Un caso que me conmovió recientemente fue el de Rita Victoria Hernández, una señora de 90 años que el año pasado se graduó de la universidad en California. Se convirtió en la alumna de mayor edad en obtener su título en la historia de su colegio, desafiando todos los estereotipos de edad. Su motivación era "mantener su cerebro activo" y demostrar que siempre se puede aprender algo nuevo. Historias como la de Rita son inspiradoras porque muestran que la educación realmente puede acompañarnos toda la vida.

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